ABSTRACT
Las fracturas de la tibia son las más frecuentes dentro de los huesos largos y corresponden con el 24% de las fracturas abiertas, siendo los accidentes de tránsito responsables de 50%. Los defectos óseos son el resultado de lesiones en los miembros por trauma agudo severo con pérdida ósea. El uso del injerto vascularizado de peroné para defectos óseos severos en tibia y fémur tiene una tasa de éxito de 61% a 91%. Caso Clínico: Se trata de paciente masculino de 21 años de edad con antecedentes fractura de tibia y peroné derecho en 1/3 medio que presentó pseudoartrosis atrófica con defecto óseo de 1/3 medio de tibia; Se realizó cirugía reconstructiva con osteotomía de peroné de 20 cm sin comprometer su vascularización y se implanto dentro del canal endomedular de la tibia como injerto uniendo los extremos proximal y distal, realizando síntesis con tutor externo de doble barra, manteniendo la alineación de la tibia derecha en su plano anteroposterior y lateral. La consolidación ósea e integración del injerto de peroné en tibia se consiguió a los 5 meses, a los 8 meses se realizó retiro del tutor externo. El paciente presenta acortamiento residual de 7 cm, lo cual se compensa con uso de alza de miembro inferior derecho en el calzado. Se puede concluir que el injerto vascularizado de Peroné ipsilateral ofrece gran rango de seguridad en la oferta vascular a la zona receptora favoreciendo la osteointegración con la formación de una neo tibia que biomecanicamente ofrece excelentes resultados.
Fractures of the tibia are the most common in the long bones and correspond to 24% of open fractures, traffic accidents being responsible for 50%. Bone defects are the result of limb injuries with severe acute traumatic bone loss. The use of vascularized fibular grafting for severe bone defects in tibia and femur has a success rate of 61% to 91%. Clinical case: Male patient is 21 years old with a history of fracture in the mid-third right tibia and fibula who presented atrophic nonunion and bone defect, reconstructive surgery was performed using fibular osteotomy 20 cm without compromising its blood supply and is implanted within the intramedullary canal of the tibia as graft join in the proximal and distal ends, making synthesis with double-bar external fixator, maintaining alignment of the right tibia in the anteroposterior and lateral plane. Bone healing and integration of the fibula grafting was achieved at 5 months, at 8 months was external fixator removal, the patient has a residual shortening of 7 cm, which is compensated by use of the right leg up in footwear. It can be concluded that the ipsilateral peroneal vascularized graft offers wide range of security in the vascular supply to the recipient area, promoting the bone integration with the formation of a biomechanically neo tibia that provides excellent results.