ABSTRACT
Propósito: Publicamos los resultados a largo plazo de una técnica de tratamiento, desarrollada en nuestro Hospital, del melanoma de coroides, usando Iridio-192 de anclaje epiescleral. Material y métodos: Entre Enero, de 1983 y Diciembre de 1994, hemos tratado 108 pacientes afectos de melanoma de coroides con hilos de Iridio-192. Según la clasificación de Warren, 58 de los tumores (53.7 por ciento) fueron grandes y 50 (46.3 por ciento) medianos, sin encontrar tumores pequeños. Atendiendo a la clasificación TNM, 13 (12 por ciento) fueron T1, 37 (34.3 por ciento) T2 y 58 (53.7 por ciento) T3. El seguimiento mediano fue de 81 meses, (15 a 191). Usamos hilos de Iridio-192 en tubos de plástico que se suturan a la esclera sobre el tumor. El número de hilos en cada aplicación osciló entre 2 y 5, (media de 3.5 ñ 0.63). La longitud de los mismos varió entre 8 y 20 mm, (media de 14.17 mm ñ 2.42 mm). La separación entre hilos osciló entre 3 y 8 mm, (media de 4.5 mm. ñ 4.02 mm). La dosis en el ápex tumoral fue de 74.61 Gy (64 a 97 Gy), y la dosis calculada en la base, a una profundidad de 2 mm, de 189.2 Gy (77 a 433 Gy), y una desviación estándar de 61.26 Gy. La duración de los implantes fue de 132 horas (5.5 días) (52 a 360 horas; 2.16 a 15 días).Resultados: La supervivencia actuarial proceso-específica a los 5, 10 y 15 años fue del 88.4, 72.3 y 72.3 por ciento, respectivamente. La enucleación del ojo tratado se tuvo que efectuar en 31 de los 108 pacientes (28,7 por ciento), siendo la probabilidad actuarial de conservar el ojo tratado del 73.6, 66 y 66 por ciento a los 5, 10 y 15 años, respectivamente. La agudeza visual empeoró a lo largo del tratamiento con respecto a la agudeza incial. A largo plazo, 64 pacientes (59.3 por ciento) presentaron algún tipo de complicación tardía. Las más frecuentes fueron retinopatía (35.2 por ciento), catarata (20.4 por ciento), hemorragia vítrea (14 por ciento), y glaucoma (9.3 por ciento). La probabilidad de no presentar complicaciones es del 78 por ciento, 47 por ciento y del 33 por ciento a los 2, 5 y 10 años respectivamente. Conclusiones: La braquiterapia con Iridio-192 de anclaje epiescleral es sencilla y muy bien tolerada, y tan eficaz como otras aplicaciones radiactivas. Las complicaciones a largo plazo son similares a las de otras modalidades de tratamiento local, y ofrece un pronóstico favorable en supervivencia, y regresión tumoral (AU)