ABSTRACT
Estamos aun lejos de conocer todos los aspectos que rodean a la problemática del dolor en el paciente anciano. La demencia, se está convirtiendo en un síndrome geriátrico cada vez más frecuente dado el progresivo aumento de la supervivencia tanto de la población general como de los enfermos. En las diferentes etapas de la misma demencia las necesidades sociosanitarias son también cambiantes. El dolor en estos pacientes es a menudo un aspecto mal evaluado e infratratado. Las personas con demencia que están institucionalizadas o que ingresan en Hospitales de agudos para tratamiento médico o quirúrgico presentan un alto riesgo de infradetección e infratratamiento o tratamiento subóptimo del dolor. De su evaluación cuidados a puede resultar el mantenimiento o incluso la mejora de algunas de las capacidades preservadas. La evaluación del dolor en el paciente con demencia obliga a una observación minuciosa y a valorar dimensiones relacionadas con la conducta frente a diversas situaciones así como a una utilización juiciosa de los instrumentos de evaluación (AU)
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