ABSTRACT
Hasta un tercio de las personas privadas de su libertad presentan serología positiva para virus de la hepatitis C y hasta un 5% refiere ser HIV positivo. No hay a la fecha estudios específicos de esta población en nuestro país. Objetivo: implementar en el Servicio Penitenciario un protocolo de diagnóstico, seguimiento y tratamiento de internos infectados con virus de hepatitis B y C. Material y métodos: Estudio prospectivo de diagnóstico, seguimiento y tratamiento realizado entre marzo 2010 y noviembre 2012 en una prisión federal de máxima seguridad. Se ofreció realizar biopsia hepática previo al tratamiento de hepatitis C. Resultados: Fueron evaluados en total de 55 internos con serologías positivas, para Anti HBc (n=15) o Elisa HCV (n=51). El 62% de los mismos (n=34) se encontraban co-infectados con HIV. El genotipo HCV más frecuente fue el número 1. La biopsia hepática se realizó en 16 pacientes. El 44% de ellos (n=7) fueron informados como METAVIR FO-F1. El tratamiento con interferón pegilado-ribavirina fue indicado a 10 internos. Conclusiones: En un lapso de 2 años se implementó con éxito un servicio de atención médica para el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de las hepatitis crónicas por HBV-HCV en personas privadas de libertad. Se trata de un modelo único en Latinoamérica. Una correcta selección inicial de los pacientes permitió en el corto plazo tener una respuesta al tratamiento en HCV similar a reportes internacionales...
Up to one third of prisoners have tested positive for hepatitis C and up to 5% report being HIV positive. Until now, there are no reports of treatment in this population in our country. Objective: to implement in federal prisons a protocol for diagnosis, monitoring and treatment of inmates infected with hepatitis B and C. Methods: prospective study of monitoring and treatment between March 2010 and November 2012 in a maximum security federal prison. Liver biopsy was offered prior to treatmente of hepatitis C. Results: We evaluated a total of 55 inmates, with Anti HBc positive serology (n=15) or HCV positive (n=51). 62% of them (n=34) were co-infected with HIV. The most frequent hepatitis C genotype was number 1. Liver biopsy was performed in 16 patients. 44% of them (n=7) were informed as METAVIR FO-F1. Treatmente with pegylated interferon-ribavirin was given to 10 inmates. Conclusions: with in a 2 year period we successfully implemented a health care service for the monitoring and treatment of chronic hepatitis B and C. This is a unique model in Latin America. Proper initial selection of patients allowed us in the short term to have treatment responses in hepatitis C similar to international reports...