ABSTRACT
Este estudio tuvo como objetivo evaluar las alteraciones en el tiempo de una vena periférica utilizada para la infusión de quimioterapia en pacientes con cáncer de mama. Es un estudio observacional prospectivo que incluyó pacientes que estaban programados para recibir infusión periférica de quimioterapia. A estos pacientes se les evaluó la primera vena periférica utilizada para la infusión en cinco momentos: antes de la venopunción, después de la extracción del dispositivo al final de la primera infusión de quimioterapia y los días 21, 42 y 63 después de la primera infusión. El resultado primario fue el calibre de la vena, medido en milímetros con un transiluminador Veinlite LEDX® y una cinta métrica. Se inscribieron en el estudio 59 mujeres que recibieron doxorrubicina y docetaxel por primera vez. El tamaño del calibre varió de 2 a 4 milímetros en la línea de base y disminuyó con el tiempo. Durante el período de seguimiento, las venas periféricas de 35 mujeres (59,3%) se midieron a 0 mm el día 63. Las 24 mujeres restantes (40,7%) tuvieron cierta recuperación, pero para 15 de ellas (62,5%) la vena se convirtió en un cordón palpable. La viabilidad de utilizar una vena periférica para realizar quimioterapia disminuyó a medida que avanzaba el tratamiento.(AU)
This study aimed to assess over time alterations of a peripheral vein used for chemotherapy infusion in patients with breast cancer. It is a prospective observational study which included patients who were scheduled to receive peripheral infusion of chemotherapy. These patients had the first peripheral vein used for infusion evaluated in five moments: before the venipuncture, after device removal at the end of the first chemotherapy infusion, and on days 21, 42, and 63 after the first infusion. The primary outcome was the caliber of the vein, measured in millimeters with a Veinlite LEDX® transilluminator and a tape measure. Fifty-nine women receiving doxorubicin and docetaxel for the first time were enrolled to the study. The caliber size varied from 2 to 4 millimeters at baseline, and decreased overtime. During the follow-up period, peripheral veins of 35 women (59.3%) were measured at 0 mm at day 63. The remaining 24 women (40.7%) had some recovery, but for 15 of them (62.5%) the vein became a palpable cord. The feasibility of using a peripheral vein to perform chemotherapy decreased as the treatment progresses.(AU)
