ABSTRACT
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el pediatra en los servicios de Urgencias y Terapia Intensiva, es el síndrome de choque cuya fisiopatología es compleja, rápidamente progresiva y puede conducir a la muerte. Rápidamente progresiva y puede conducir a la muerte. El choque hipovolémico es el tipo más común en nuestro medio por la elevada prevalencia de las gastroenteritis. El choque séptico tiene particular importancia dada su elevada frecuencia, complicada fisiopatogenia y muy elevada mortalidad. En todos los casos se requiere un juicio clínico cuidadoso y un tratamiento rápido y enérgico que permita salvar la vida del niño y permitir entonces el manejo de la enfermedad desencadenante. El objetivo primordial del tratamiento consiste en mantener la integridad celular con excelente ventilación alveolar, gasto cardiaco, volumen vascular, transporte de oxígeno y una curva de disociación de la hemoglobina adecuada que permita la óptima liberación del oxígeno a los tejidos. Existe una amplia gama de recursos para monitorizar a estos niños, la mayor parte de ellos sencillos que evalúan el funcionamiento celular y permiten un tratamiento dinámico, como debe ser en estos pacientes