ABSTRACT
Adrenal cysts are rare entities, and hemorrhagic pseudocysts are even less frequent. Generally, they are unsuspected during first patient evaluation and can suggest acute abdomen. We present the case of a hemorrhagic pseudocyst with sudden onset of abdominal pain and features compatible with acute appendicitis.
Subject(s)
Adrenal Gland Diseases/complications , Cysts/complications , Hemorrhage/etiology , Abdomen, Acute/etiology , Adrenal Gland Diseases/diagnosis , Adult , Cysts/diagnosis , Female , Hemorrhage/diagnosis , HumansABSTRACT
Los quistes de suprarrenal son raros y aún más los pseudoquistes hemorrágicos, los que generalmente son entidades no sospechadas y que pueden presentarse con datos sugestivos de abdomen agudo. Algunos de estos pueden llegar a desarrollar ruptura con la consiguiente hemorragia retroperitoneal e incluso la muerte. Presentamos el caso de una paciente con un pseudoquiste suprarrenal hemorrágico, con un cuadro clínico sugestivo de apenaicitis.
Adrenal cysts are rare entities, and hemorrhagic pseudocysts are even less frequent. Generally, they are unsuspected during first patient evaluation and can suggest acute abdomen. We present the case of a hemorrhagic pseudocyst with sudden on set of abdominal pain and features compatible with acute appendicitis.
Subject(s)
Adult , Female , Humans , Adrenal Gland Diseases/complications , Cysts/complications , Hemorrhage/etiology , Abdomen, Acute/etiology , Adrenal Gland Diseases/diagnosis , Cysts/diagnosis , Hemorrhage/diagnosisABSTRACT
Se revisaron 200 expedientes de pacientes con diagnóstico de carcinoma de pene encontrados en un lapso de 20 años en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional, IMSS. Se analizan 169 casos que se trataron completamente en esta unidad y se exponen sus características clínicas, su clasificación y el tratamiento de la lesión primaria que según tamaño, localización, infiltración y dimensiones del pene, consistió en extirpación del tumor primario, circuncisión, penectomía parcial o total o emasculación. Respecto al tratamiento de la adenopatía inguinal se presentan en forma separada los resultados de un estudio retrospectivo que incluyen 72 pacientes que se atendieron de manera sistemática con linfadenectomía inguinocrural superficial, con una supervivencia a cinco años de 96.5 por ciento para las etapas I y II y solamente de 6 por ciento para las etapas III y IV, y otro grupo que incluyó a 22 pacientes de un estudio prospectivo, a las que después de retirado el tumor primario y tratamiento con antibióticos se realizaron biopsias inguinales bilaterales. En 17 fueron negativas y se conservaron bajo vigilancia, y solamente uno mostró actividad tumoral en su seguimiento; cinco pacientes mostraton ganglios, clínicamente postivos confirmándose el diagnóstico por biopsia, y éstos, lo mismo que el paciente que durante su seguimiento mostró actividad tumoral, se sometieron a linfadenectomía ilioinguinal bilateral con una suprevivencia para la etapa I y II de 100 por ciento y para las etapas III y IV de 84 por ciento. Se sugiere que no debe realizarse por sistem linfadenectomía inguinocrural superficial, y que ante la presencia de ganglios inguinales positivos confirmados histológicamente debe practicarse linfadenectomía ilioinguinal bilateral
Subject(s)
Adult , Middle Aged , Humans , Male , Penile Neoplasms , Ganglia , Inguinal Canal , Penile Neoplasms/classification , Penile Neoplasms/diagnosis , Penile Neoplasms/surgery , Prospective Studies , Retrospective StudiesSubject(s)
Adult , Middle Aged , Humans , Male , Female , Thiotepa , Urinary Bladder Neoplasms , Thiotepa/adverse effects , Thiotepa/therapeutic use , Urinary Bladder Neoplasms/drug therapyABSTRACT
Se presentan los resultados del tratamiento quirúrgico de 66 pacientes con carcinoma del pene tratados en el Hospital de Oncología, entro Médico Nacional, IMSS, de 1963 a 1977. Se efectuó resección parcial o completa del pene con linfadenectomía inguinocrural bilateral superficial en todos los casos, excepto en dos. Las complicaciones del procedimiento fueron infecciones de la penectomía en 51.6%, infecciones de la linfadenectomía en 53.1%, estenosis del meato uretral en 28.8%, edema de las extremidades inferiores en 31%, necrosis de los congajos en 25% y tromboflebitis en 3%. El promedio de supervivencia fue de 96% a cinco años para las etapas I y II, y no la hubo para las etapas III y IV. Se sugiere que al agregar linfadenectomía pélvica se puede modificar la historia natural de la enfermedad. En vista de la elevada morbilidad de la misma, el criterio actual es hacer biopsia del ganglio de Cabañas y que, de resultar positiva, se complemente el tratamiento con linfadenectomía inguinopélvica