ABSTRACT
Aun cuando el papel de la biopsia hepática está cambiando con el desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico y del avance de las técnicas de imagen, de biomarcadores no invasivos, estudios proteómicos y genómicos, la biopsia hepática realizada en el momento y con la indicación adecuadas continúa siendo una importante herramienta para la evaluación y diagnóstico de los niños con colestasis tanto en el periodo neonatal como durante la infancia temprana o tardía, no solo para determinar una etiología o establecer un pronóstico sino para guiar una terapia (1). Son múltiples las causas y varios los patrones morfológicos observados, puede estar relacionada a un defecto genético del metabolismo hepático incluyendo la síntesis de ácidos biliares, la formación y función de transportadores de membrana o a alteraciones en el desarrollo de las vías biliares, muchos de los cuales pueden sobreponerse y deben interpretarse en conjunto con los hallazgos clínicos, genéticos y de laboratorio. Los síndromes heredados que producen colestasis intrahepática y la atresia biliar son las causas más comunes de enfermedad hepática crónica y la indicación principal para el trasplante hepático en niños. El enfoque que aquí daremos hace hincapié en la estrecha colaboración que debe existir entre pediatras, gastroenterólogos, cirujanos pediátricos y los patólogos para la correcta identificación y posterior manejo sea médico o quirúrgico incluyendo el trasplante hepático, de muchas de las patologías colestásicas que afectan este grupo etario (2, 3).
Although the role of liver biopsies is changing with the development of new diagnostic methods and advances in imaging techniques, non-invasive biomarkers, proteomic and genomic studies, a liver biopsy performed at the right time and with appropriate indications continues to be an important tool for assessment and diagnosis of children with cholestasis. This is equally true in the neonatal period, in early childhood, and in late childhood not only for determination of an etiology and establishing a prognosis, but also for guiding treatment of the patient (1). There are multiple causes and morphological patterns that may be related to a genetic defect in aspects of hepatic metabolism including synthesis of bile acids, formation and function of membrane transporters, and alterations in the development of the bile ducts. Many of these may overlap and should be interpreted in conjunction with clinical, genetic and laboratory findings. Inherited syndromes that produce intrahepatic cholestasis and biliary atresia are the most common causes of chronic liver disease and the leading indication for liver transplantation in children. The approach we present here emphasizes the close cooperation that should exist between pediatricians, gastroenterologists, pediatric surgeons and pathologists for proper identification of many of the cholestatic diseases that can affect this age group. Subsequent surgical or medical management may include liver transplantation (2, 3).