ABSTRACT
El aspecto de desórdenes linfoproliferativos cutáneos primitivos CD 30 (ki-1) positivos está constituido por la papulosis linfomatoide, el linfoma de células grandes anaplásico y los linfomas inmunoblásticos y pleomórfico de células medianas y grandes. Durante el período enero de 1995 a septiembre de 1998, nuestro Servicio evaluó 7 casos, representados por 3 casos de papulosis linfomatoide (una de las cuales luego de remitir evolucionó a un linfoma de alto grado), 4 casos de linfomas de células grandes anaplásicas, uno de ellos se desarrolló sobre una micosis fungoidea previa. Los estudios de inmunohistoquímica confirmaron CD 30 (+) en todos los casos, 6 presentaron inmunofenotipo T CD 4(+) y 1 tipo null cel. Se observaron remisiones espontáneas parciales en varios casos y recidivas en la zona con aspecto clínico, similar a la lesión previa. Fueron sensibles a la radioterapia y no recidivaron luego de cirugía. Nuestra casuística confirma el buen pronóstico que la CD 30 positividad otorga a estos linfomas cutáneos, a diferencia de la localización cutánea secundaria de un linfoma de origen nodal que tiene mal prónostico (AU)
Subject(s)
Humans , Male , Female , Middle Aged , Aged , Lymphoma, T-Cell, Cutaneous/diagnosis , Lymphoma, T-Cell, Cutaneous/therapy , Lymphoma, T-Cell, Cutaneous/classification , Prognosis , Ki-1 Antigen/diagnosis , Particle Accelerators , Lymphoproliferative Disorders/diagnosis , Lymphoma, Large-Cell, Anaplastic/diagnosis , Lymphomatoid Papulosis/diagnosis , Lymphoma, Large-Cell, Immunoblastic/diagnosis , /diagnosisABSTRACT
El diagnóstico de los linfomas cutáneos tiene importantes implicancias para los pacientes. Tradicionalmente el diagnóstico de cualquier lesión cutánea está basado en criterios clínicos e histopatológicos. Ninguno de estos criterios es absoluto y en los últimos años se ha destacado la trascendencia de la inmunohistoquímica y la biología molecular en relación con el diagnóstico y pronóstico. La inmunohistoquímica permite definir subpoblaciones de linfocitos, estableciendo el fenotipo, categorizando algunos cuadros y destacando en algunos casos el pronóstico a partir del CD30 (+) o (-). La biología molecular define el genotipo, aportando el concepto de monoclonalidad que sugiere malignidad. Por otra parte, proponemos una clasificación de los linfomas cutáneos primarios que ha sido recientemente introducida (AU)