When is an individual an individual versus a member of a group? An issue in the application of the dietary reference intakes.

The Institute of Medicine (IOM) reports on Dietary Reference Intakes (DRIs) present a new paradigm for the description of nutrient requirements. Tradition and the DRI reports themselves have created an erroneous impression that the Recommended Dietary Allowance (RDA) is intended for use with individuals and the Estimated Average Requirement (EAR) is to be used with populations. Two recent IOM committee reports (one on nutrition labeling and one on Women, Infants and Children [WIC] food packages) challenge that interpretation, revealing the critical issues surrounding individuals versus groups or populations. The present paper examines the issues and concludes that the median requirement and Tolerable Upper Limit (UL) are the critical reference values for both individuals and populations. The RDA is both unneeded and lacking a sound scientific basis.

Dietary guidelines: some issues to consider before initiating revisions.

This paper presents two main questions that need to be answered before deciding to revise dietary guidelines: Is there really a need to revise existing guidelines? and How is dietary risk management to be integrated into dietary guidelines? Any group assigned the task of evaluating and possibly revising existing guides must answer these questions. It is also critically important to specify the exact target group and purpose for any dietary guideline since the questions need to be answered in context. This paper addresses some of the implications of the recent report on Dietary Reference Intakes for macronutrients in its venture into the area of risk management. A major conclusion of the paper is that nutrition has entered a new era and that henceforth, as never before, risk management, the assessments of likelihood of benefit and risks of harm-as well as costs human and financial of our actions-and recommendations must take a very prominent position in our work. This is not a role for which most nutritionists are prepared and hence it must be seen as a major challenge in the preparation of food guides in the future.

La suplementación con vitamina A y la morbilidad y mortalidad infantil en los países en desarrollo / Vitamin A supplementation and child morbidity and mortality in developing countries

Un metanálisis de ocho ensayos de campo indica que la mejora del estado nutricional infantil (niños de 6 meses a 5 años) de la vitamina A redujo las tasas de mortalidad cerca de 23 por ciento en poblaciones que tenían al menos una baja prevalencia de signos clínicos de hipovitaminosis A. El efecto observado de la suplementación con vitamina A, en riesgo relativo (RR), fue de 0,77 (intervalo de confianza del 95 por ciento: 0,68 a 0,88; P0,001) y no varió con el sexo ni la edad. Sin embargo, se salvaron más vidas en los grupos de menor edad, ya que en estos la mortalidad es mayor. Se halló un RR significativo en las defunciones atribuibles a diarrea y sarampión, pero no en las atribuibles a infección respiratoria. La notable variabilidad de los efectos en los distintos ensayos no se pudo explicar a partir de descriptores de la población (valores antropométricos de partida, prevalencia de xeroftalmía, perfil de edad y la tasa de mortalidad inicial). Por falta de datos no se pudieron derivar conclusiones definitivas sobre la eficacia en menores de 6 meses y en medios donde existen pruebas bioquímicas pero no clínicas de hipovitaminosis A. En el informe se examinan los efectos previsibles de un programa o un estudio nuevo. La estimación puntual sigue siendo un RR de 0,77, pero el intervalo de efectos previsibles, al reconocer la variación entre estudios previos, se amplía a 0,60 a 0,99. Se presentan los efectos pronosticados y las probabilidades asociadas de los nuevos programas en función del tamaño poblacional, la tasa de de mortalidad y los efectos de diseño (AU)

La suplementación con vitamina A y la morbilidad y mortalidad infantil en los países en desarrollo / Vitamin A supplementation and child morbidity and mortality in developing countries

Un metanálisis de ocho ensayos de campo indica que la mejora del estado nutricional infantil (niños de 6 meses a 5 años) de la vitamina A redujo las tasas de mortalidad cerca de 23 por ciento en poblaciones que tenían al menos una baja prevalencia de signos clínicos de hipovitaminosis A. El efecto observado de la suplementación con vitamina A, en riesgo relativo (RR), fue de 0,77 (intervalo de confianza del 95 por ciento: 0,68 a 0,88; P0,001) y no varió con el sexo ni la edad. Sin embargo, se salvaron más vidas en los grupos de menor edad, ya que en estos la mortalidad es mayor. Se halló un RR significativo en las defunciones atribuibles a diarrea y sarampión, pero no en las atribuibles a infección respiratoria. La notable variabilidad de los efectos en los distintos ensayos no se pudo explicar a partir de descriptores de la población (valores antropométricos de partida, prevalencia de xeroftalmía, perfil de edad y la tasa de mortalidad inicial). Por falta de datos no se pudieron derivar conclusiones definitivas sobre la eficacia en menores de 6 meses y en medios donde existen pruebas bioquímicas pero no clínicas de hipovitaminosis A. En el informe se examinan los efectos previsibles de un programa o un estudio nuevo. La estimación puntual sigue siendo un RR de 0,77, pero el intervalo de efectos previsibles, al reconocer la variación entre estudios previos, se amplía a 0,60 a 0,99. Se presentan los efectos pronosticados y las probabilidades asociadas de los nuevos programas en función del tamaño poblacional, la tasa de de mortalidad y los efectos de diseño (AU)

The Raymond Pearl memorial lecture, 1990: Nutrition research in human biology: Changing perspectives and interpretations.

This paper addresses emerging concepts in the interpretation of anthropometric and dietary data. In the area of anthropometry, it argues the need for conceptualizations and constructs that recognize (1) the existence of a finite age range in which failing to grow is an active process followed by conversion to a state of having failed to grow; (2) the specific and nonspecific nature of anthropometric indices depending upon what is being marked; (3) the implication of secular trends in the interpretation of anthropometry; and (4) the need to move between consideration of individuals and populations. The implications of these for interpretation are illustrated. In the area of interpretation of dietary data, the main issues addressed relate to the conceptualization of needs of individuals and the aggregate needs of a population in the definition, description, and interpretation of "requirements." In both areas, the core issue is the need for constructs that help address and interpret variability-variability of growth, variability of environmental constraints, variability of intake, and variability of needs and responses.