RESUMO
[EXTRACT]. Este editorial presenta un suplemento especial que contiene artículos con una perspectiva representativa de la preparación para emergencias en distintas partes de América Latina. Los artículos abarcan tres temas principales: el impacto de la pandemia en los países, la respuesta desde la perspectiva de las funciones esenciales de la salud pública y la transformación digital necesaria para mejorar la resiliencia de los sistemas de salud. Para facilitar el acceso a la información en este suplemento, todos los artículos se publican en inglés en la American Journal of Public Health y en español en la Revista Panamericana de Salud Pública.
Assuntos
COVID-19 , Emergências , AméricaRESUMO
[ABSTRACT]. The COVID-19 pandemic has significantly stressed public health systems around the world and exposed the gaps in health care for underserved and vulnerable populations. In the context of the social determinants of health, focusing on health system preparedness is paramount for protecting the health of all of society. Faced with old threats (e.g., re-emergence of measles), disruptive new technologies (e.g., electronic cigarettes), increased challenges (e.g. drug-resistant organisms), and new threats (e.g., the current pandemic, climate change, politicized misinformation), our health systems must be robust and resilient. The response must include those who now suffer disproportionately—the poor and the vulnerable. Current World Health Organization priorities call for infrastructures capable of detecting, monitoring, and responding to health emergencies, such as COVID-19, and the health impacts of climate change in the context of health for all. Health care infrastructure can be better prepared and more equitable if systems are strengthened by building on core competencies and following the recommendations made for leadership, stakeholder involvement, accreditation, data collection, and funding resources. Ensuring health equity in a pandemic requires robust and resilient public health infrastructure during normal times.
[RESUMEN]. La pandemia de COVID-19 ha sometido a una gran exigencia a los sistemas de salud pública de todo el mundo y ha puesto de manifiesto las deficiencias de la atención de la salud de las poblaciones desatendidas y vulnerables. En el contexto de los determinantes sociales de la salud, es fundamental centrarse en la preparación del sistema de salud para proteger la salud de toda la sociedad. Frente a las viejas amenazas (p. ej., la reaparición del sarampión), las nuevas tecnologías perturbadoras (p. ej., los cigarrillos electrónicos), los mayores desafíos (p. ej., los microorganismos resistentes a los medicamentos) y las nuevas amenazas—la pandemia actual, el cambio climático, la politización de la información y la desinformación sobre la salud—nuestros sistemas de salud deben ser sólidos y resilientes. Su respuesta debe incluir a quienes ahora sufren de manera desproporcionada, los pobres y los vulnerables. Las prioridades actuales de la Organización Mundial de la Salud requieren infraestructuras capaces de detectar, vigilar y responder a las emergencias sanitarias, como la COVID-19, y a los efectos del cambio climático sobre la salud en el contexto de la salud para todos. Si se fortalecen los sistemas de salud reforzando sus competencias básicas y siguiendo las recomendaciones formuladas en materia de liderazgo, participación de los interesados, acreditación, recolección de datos y recursos de financiación la infraestructura de atención de la salud estará mejor preparada y será más equitativa. Para garantizar la equidad en la salud en una pandemia se requiere una infraestructura de salud pública sólida y resiliente en épocas normales.
[RESUMO]. Em todo o mundo, a pandemia da COVID-19 tem colocado ênfase significativa nos sistemas públicos de saúde e exposto as lacunas nos cuidados em saúde para populações carentes e vulneráveis. No contexto dos determinantes sociais da saúde, o foco na prontidão dos sistemas de saúde é fundamental para a proteção de toda a sociedade. Diante de antigas ameaças (por exemplo, o ressurgimento do sarampo), novas tecnologias disruptivas (por exemplo, cigarros eletrônicos), maiores desafios (por exemplo, organismos resistentes a drogas) e novas ameaças – a atual pandemia, as mudanças climáticas, a politização da informação/informação sobre saúde – os sistemas de saúde devem ser robustos e resilientes. A resposta desses sistemas deve incluir grupos que agora sofrem de forma desproporcional, os pobres e os vulneráveis. As prioridades atuais da Organização Mundial da Saúde exigem infraestruturas capazes de detectar, monitorar e responder a emergências de saúde como a COVID-19 e aos impactos das mudanças climáticas sobre a saúde no contexto da saúde para todos. A infraestrutura de saúde estará mais bem preparada e será mais equitativa se os sistemas forem fortalecidos com base em competências essenciais e seguirem recomendações com foco em liderança, envolvimento das partes interessadas, acreditação, coleta de dados e recursos de financiamento. Garantir a equidade na saúde em uma pandemia requer uma infraestrutura pública de saúde robusta e resiliente, mesmo em tempos normais.
Assuntos
Políticas, Planejamento e Administração em Saúde , Controle de Doenças Transmissíveis , Populações Vulneráveis , Equidade em Saúde , Políticas, Planejamento e Administração em Saúde , Controle de Doenças Transmissíveis , Populações Vulneráveis , Equidade em Saúde , Políticas, Planejamento e Administração em Saúde , Populações Vulneráveis , Controle de Doenças Transmissíveis , Equidade em Saúde , COVID-19RESUMO
ABSTRACT The COVID-19 pandemic has significantly stressed public health systems around the world and exposed the gaps in health care for underserved and vulnerable populations. In the context of the social determinants of health, focusing on health system preparedness is paramount for protecting the health of all of society. Faced with old threats (e.g., re-emergence of measles), disruptive new technologies (e.g., electronic cigarettes), increased challenges (e.g. drug-resistant organisms), and new threats (e.g., the current pandemic, climate change, politicized misinformation), our health systems must be robust and resilient. The response must include those who now suffer disproportionately—the poor and the vulnerable. Current World Health Organization priorities call for infrastructures capable of detecting, monitoring, and responding to health emergencies, such as COVID-19, and the health impacts of climate change in the context of health for all. Health care infrastructure can be better prepared and more equitable if systems are strengthened by building on core competencies and following the recommendations made for leadership, stakeholder involvement, accreditation, data collection, and funding resources. Ensuring health equity in a pandemic requires robust and resilient public health infrastructure during normal times.(AU)
RESUMEN La pandemia de COVID-19 ha sometido a una gran exigencia a los sistemas de salud pública de todo el mundo y ha puesto de manifiesto las deficiencias de la atención de la salud de las poblaciones desatendidas y vulnerables. En el contexto de los determinantes sociales de la salud, es fundamental centrarse en la preparación del sistema de salud para proteger la salud de toda la sociedad. Frente a las viejas amenazas (p. ej., la reaparición del sarampión), las nuevas tecnologías perturbadoras (p. ej., los cigarrillos electrónicos), los mayores desafíos (p. ej., los microorganismos resistentes a los medicamentos) y las nuevas amenazas —la pandemia actual, el cambio climático, la politización de la información y la desinformación sobre la salud— nuestros sistemas de salud deben ser sólidos y resilientes. Su respuesta debe incluir a quienes ahora sufren de manera desproporcionada, los pobres y los vulnerables. Las prioridades actuales de la Organización Mundial de la Salud requieren infraestructuras capaces de detectar, vigilar y responder a las emergencias sanitarias, como la COVID-19, y a los efectos del cambio climático sobre la salud en el contexto de la salud para todos. Si se fortalecen los sistemas de salud reforzando sus competencias básicas y siguiendo las recomendaciones formuladas en materia de liderazgo, participación de los interesados, acreditación, recolección de datos y recursos de financiación la infraestructura de atención de la salud estará mejor preparada y será más equitativa. Para garantizar la equidad en la salud en una pandemia se requiere una infraestructura de salud pública sólida y resiliente en épocas normales.(AU)
RESUMO Em todo o mundo, a pandemia da COVID-19 tem colocado ênfase significativa nos sistemas públicos de saúde e exposto as lacunas nos cuidados em saúde para populações carentes e vulneráveis. No contexto dos determinantes sociais da saúde, o foco na prontidão dos sistemas de saúde é fundamental para a proteção de toda a sociedade. Diante de antigas ameaças (por exemplo, o ressurgimento do sarampo), novas tecnologias disruptivas (por exemplo, cigarros eletrônicos), maiores desafios (por exemplo, organismos resistentes a drogas) e novas ameaças - a atual pandemia, as mudanças climáticas, a politização da informação/informação sobre saúde - os sistemas de saúde devem ser robustos e resilientes. A resposta desses sistemas deve incluir grupos que agora sofrem de forma desproporcional, os pobres e os vulneráveis. As prioridades atuais da Organização Mundial da Saúde exigem infraestruturas capazes de detectar, monitorar e responder a emergências de saúde como a COVID-19 e aos impactos das mudanças climáticas sobre a saúde no contexto da saúde para todos. A infraestrutura de saúde estará mais bem preparada e será mais equitativa se os sistemas forem fortalecidos com base em competências essenciais e seguirem recomendações com foco em liderança, envolvimento das partes interessadas, acreditação, coleta de dados e recursos de financiamento. Garantir a equidade na saúde em uma pandemia requer uma infraestrutura pública de saúde robusta e resiliente, mesmo em tempos normais.(AU)