RESUMO
Introducción: los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC), y en específico los que tienen tratamiento renal sustitutivo (TRS), se ven afectados en su ciclo circadiano y en su calidad del sueño. Objetivo: evaluar la calidad del sueño de los pacientes con enfermedad renal crónica que acuden al servicio de Nefrología de una unidad médica de segundo nivel de atención. Metodología: estudio comparativo en pacientes con ERC del servicio de Nefrología, clasificados en tres grupos, dos de ellos en terapia de reemplazo renal (diálisis peritoneal y hemodiálisis) y uno sin terapia de reemplazo renal (prediálisis). Para la calidad del sueño se utilizó la escala de Pittsburgh, se incluyeron datos sociodemográficos y parámetros bioquímicos. Los datos se analizaron median- te comparación de frecuencias con Chi cuadrada, medias con t de Student y ANOVA de un factor. Resultados: se formaron tres grupos: hemodiálisis (n = 75), diálisis peritoneal (n = 58) y prediálisis (n = 71). La edad media fue de 53.5 años; la calidad subjetiva del sueño fue buena en el 48% del total y en el 54.9% de los pacientes en prediálisis (p < 0.05). Al aplicar la escala de Pittsburgh, el 80.4% del total y el 84.5% de los pacientes en diálisis reportaron una calidad de sueño mala. De las siete dimensiones evaluadas, dos fueron diferentes en los tres grupos (p < 0.05). Conclusiones: la percepción del paciente sobre la calidad del sueño habitualmente se sobreestima, lo que indica una adaptación a un sueño ineficiente. Debido a las características de estos pacientes es importante mantener un control de sus parámetros bioquímicos, que también tienen un impacto en la calidad del sueño.
Introduction: In patients with chronic kidney disease (CKD) and specifically with renal replacement therapy (RRT), their circadian cycle and consequently their sleep quality are affected. Objective: To evaluate the quality of sleep in patients with chronic kidney disease attends at the nephrology service. Methods: Comparative study in patients with chronic kidney disease from the nephrology service classified into three groups, two of them had renal replacement therapy (peritoneal dialysis and hemodialysis) and one without renal replacement therapy (predialysis). For the quality of sleep we used the Pittsburgh Scale, sociodemographic data and biochemical parameters were included. Comparison of frequencies with chi-square, means with Student's t and Anova of one factor. Results: Three groups were formed: hemodialysis (n = 75), peritoneal dialysis (n = 58) and predialysis (n = 71). The mean age was 53.5 years; the subjective quality of sleep was "good" in 48.0% of the total and in 54.9% of predialysis patients (p <0.05). When applying the Pittsburgh scale, 80.4% of the total and 84.5 of the dialysis patients reported a "poor" quality of sleep. Of the seven dimensions evaluated, two were different in the three groups (p < 0.05) Conclusions: The patient's perception of the quality of sleep is regularly overestimated, which indicates an adaptation to this dream habit. Due to the characteristics of these patients, it is important to keep a check on their biochemical parameters, which also have an impact on the quality of sleep.