RESUMO
El uso de venenos para eliminar predadores a las especies de caza, es uno de los métodos no selectivos e ilegales utilizado para la revalorización de los cotos de caza, y constituye una de las principales causas del proceso de regresión y extinción, sufrido por una amplia variedad de especies de aves y mamíferos, incluidas en el 'Catálogo Nacional de Especies Amenazadas' (CNEA). Se ha llevado a cabo un control sobre intoxicaciones de plaguicidas en el territorio del Estado Español, y observado principalmente la presencia de carbamatos en las muestras recibidas para su análisis. Se ha identificado y establecido la presencia de estos compuestos, en buche e hígado, tanto a concentraciones letales como a niveles insuficientes de por sí para ocasionar la muerte por envenenamiento. Sin embargo, puede señalarse que, no obstante que estos compuestos, tres o más a pequeñas concentraciones en sus vísceras incluido el sistema nervioso, debilitan la salud del animal afectado, abocándole a la muerte por diversas causas. Según los datos obtenidos en los análisis, un 59 por ciento de las intoxicaciones diagnosticadas fue debida al plaguicida carbofurano, comercializado en nuestro país con los nombres Furadan y Curaterr por las firmas FMC y Bayer, respectivamente. En segundo lugar, en orden de importancia, se identifica el tóxico aldicarb y sus metabolitos, que aparecen en un 24 por ciento de las muestras analizadas, conocido por el nombre comercial de Temik. Le sigue el metomilo, presente en un 10 por ciento de las intoxicaciones, comercializado con el nombre de Lannate por la casa Du Pont, y otros cinco compuestos (AU)