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1.
Arch Esp Urol ; 74(7): 676-680, 2021 Sep.
Artigo em Espanhol | MEDLINE | ID: mdl-34472436

RESUMO

INTRODUCTION AND OBJECTIVES:  The ureteral catheter is used to provide adequate drainage of the upper urinary tract. They have been used to prevent or relieve ureteral obstruction due to multiple causes. The literature mentions the standard placement of double J catheter guided by fluoroscopy, reporting the use of ultrasound exclusively in cases of pregnant patients in order to avoid ionizing radiation. Based on the aforementioned, the primary objective was to evaluate the placement of double J catheter guided by ultrasound, as an alter native technique to the use of the fluoroscope in ureteral obstructions, as secondary objectives the intensity of the pain and the complications of the procedure. MATERIALS AND METHODS: An observational, descriptive and prospective study was carried out with 41patients who attended the lithiasis consultation. RESULTS: A total of 41 patients who under went double J catheter guided by ultrasound were evaluated, achieving it successfully in 35 of the cases, resulting in bad position in 2 patients and being impossible to insert it in 4. Averageage was 41 years, size of the lithium 10.41mm. The complications presented were 17% with the use of the scale of Clavien modified these complications were represented as follows: 4.9% grade I back pain, 7.2% grade II lower urinary tract symptoms, lower tract infections, and 4.9% grade IIIa malposition. CONCLUSIONS: The placement of ureteral catheters guided by ultrasound, represent a useful tool, safe, with manageable complications, taking place in times adjusted to the procedure.


INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS: El catéter ureteral es utilizado para proporcionar un drenaje adecuado del tracto urinario superior. Se han usado para prevenir o aliviar la obstrucción ureteral por múltiples causas. La literatura menciona la colocación estándar de catéter doble J guiado por fluoroscopia, reportándose el uso de ultrasonido exclusivamente en casos de pacientes embarazadas con el fin de evitarlas radiaciones ionizantes. Sobre la base de los antes expuesto, se consideró como objetivo primario evaluar la colocación de catéter doble J guiado por ultrasonido, como técnica alternativa al uso del fluoroscopio en obstrucciones ureterales, como objetivos secundarios se evaluaron, el tiempo de colocación del catéter, la intensidad del dolor y las complicaciones del procedimiento. MATERIALES Y MÉTODOS: Se realizó un estudio observacional, descriptivo y prospectivo, con 41 pacientes que acudieron a la consulta de litiasis.RESULTADOS: Se evaluaron en total 41 pacientes a quienes se les colocó catéter doble J guiado por ultrasonido, lográndose la misma de forma exitosa en 35 de los casos, resultando en mal posición en 2 pacientes y siendo imposible la inserción del mismo en 4. La edad promedio fue 41 años, tamaño del lito 10,41mm. Las complicaciones presentadas fueron del 17% con el uso de la escala de Clavien modificado, dichas complicaciones fueron representadas de la siguiente manera: 4,9% grado I dolor lumbar, 7,2% grado II síntomas del tracto urinario bajo e infecciones del tracto inferior, y 4,9% grado IIIa mal posición.CONCLUSIONES: La colocación de catéteres ureteralesguiados por ultrasonido, representan una herramientaútil, segura, con complicaciones manejables, efectuándoseen tiempos ajustados al procedimiento.


Assuntos
Ureter , Obstrução Ureteral , Catéteres , Humanos , Estudos Prospectivos , Stents , Ultrassonografia , Ultrassonografia de Intervenção , Obstrução Ureteral/diagnóstico por imagem
2.
Arch. esp. urol. (Ed. impr.) ; 74(7): 676-680, Sep 28, 2021. tab
Artigo em Espanhol | IBECS | ID: ibc-219184

RESUMO

Introducción y objetivos: El catéter ureteral es utilizado para proporcionar un drenaje adecuado del tracto urinario superior. Se han usado para prevenir o aliviar la obstrucción ureteral pormúltiples causas. La literatura menciona la colocaciónestándar de catéter doble J guiado por fluoroscopia,reportándose el uso de ultrasonido exclusivamente encasos de pacientes embarazadas con el fin de evitarlas radiaciones ionizantes. Sobre la base de los antesexpuesto, se consideró como objetivo primario evaluarla colocación de catéter doble J guiado por ultrasonido, como técnica alternativa al uso del fluoroscopio enobstrucciones ureterales, como objetivos secundarios seevaluaron, el tiempo de colocación del catéter, la intensidad del dolor y las complicaciones del procedimiento Materiales y métodos: Se realizó un estudio observacional, descriptivo y prospectivo, con 41 pacientesque acudieron a la consulta de litiasis.Resultados: Se evaluaron en total 41 pacientes aquienes se les colocó catéter doble J guiado por ultrasonido, lográndose la misma de forma exitosa en 35 delos casos, resultando en mal posición en 2 pacientes ysiendo imposible la inserción del mismo en 4. La edadpromedio fue 41 años, tamaño del lito 10,41mm. Lascomplicaciones presentadas fueron del 17% con el usode la escala de Clavien modificado, dichas complicaciones fueron representadas de la siguiente manera:4,9% grado I dolor lumbar, 7,2% grado II síntomas deltracto urinario bajo e infecciones del tracto inferior, y4,9% grado IIIa malposición.Coclusiones: La colocación de catéteres ureterales guiados por ultrasonido, representan una herramienta útil, segura, con complicaciones manejables, efectuándose en tiempos ajustados al procedimiento.(AU)


Introduction and objetives: The ureteral catheter is used to provide adequate drainage of the upper urinary tract. They have been usedto prevent or relieve ureteral obstruction due to multiplecauses. The literature mentions the standard placementof double J catheter guided by fluoroscopy, reporting theuse of ultrasound exclusively in cases of pregnant patients in order to avoid ionizing radiation. Based on theaforementioned, the primary objective was to evaluatethe placement of double J catheter guided by ultrasound, as an alternative technique to the use of the fluoroscopein ureteral obstructions, as secondary objectives the intensity of the pain and the complications of the procedure.Materials and methods: An observational, descriptive and prospective study was carried out with 41patients who attended the lithiasis consultation. Results:A total of 41 patients who underwent double J catheter guided by ultrasound were evaluated, achieving itsuccessfully in 35 of the cases, resulting in bad positionin 2 patients and being impossible to insert it in 4. average age was 41 years, size of the lithium 10.41mm.The complications presented were 17% with the use ofthe scale of Clavien modified these complications wererepresented as follows: 4.9% grade I back pain, 7.2%grade II lower urinary tract symptoms, lower tract infections , and 4.9% grade IIIa malposition.Conclusions: The placement of ureteral cathetersguided by ultrasound, represent a useful tool, safe, withmanageable complications, taking place in times adjusted to the procedure.(AU)


Assuntos
Humanos , Masculino , Feminino , Adulto , Ultrassom , Cateterismo Urinário , Ureter , Litíase , Ureterolitíase , Catéteres , Urologia , Estudos Prospectivos
3.
Arch. esp. urol. (Ed. impr.) ; 72(6): 581-589, jul.-ago. 2019. tab, graf
Artigo em Espanhol | IBECS | ID: ibc-187662

RESUMO

Objetivo: La nefrectomía parcial históricamente se usaba en urología para el tratamiento de procesos benignos del riñón. En los últimos 20 años su mayor uso se centró en tumores localizados, siendo una alternativa a la nefrectomía radical. Inicialmente las indicaciones absolutas incluían pacientes de riñón único o tumores bilaterales. Con el tiempo las indicaciones se ampliaron en base al riesgo de desarrollo de enfermedad renal, y se convirtió en una cirugía electiva realizada en pacientes con tumores de menos de 4 cm y hasta de tumores mayores de 4 cm. Se presenta un sondeo en la población médica urológica venezolana, con respecto a la nefrectomía parcial, como parte de tratamiento de las masas renales. Métodos: Basados en una encuesta de 27 preguntas, sobre consideraciones quirúrgicas de nefrectomía parcial y consideraciones sobre abordajes y conductas, se entregó la encuesta a urólogos y residentes en el XXVII Congreso Nacional Venezolano de Urología 2017. Resultados: Se logró obtener respuesta de 71 personas, en su mayoría de Caracas y Distrito metropolitano (53,5%) 57 eran urólogos (80,2%) y 14 (19,71%) residentes de tercer año. La mayor parte de urólogos que contestaron la encuesta tenían en su mayoría, de 1 a 3 años de graduado (29,82%). El 45,07% ( n: 32 / 71) de los encuestados ejerce su práctica en centros hospitalarios la mayoría nivel IV. Dichos centros de trabajo son universitarios en el 46,4%. EL 38,02% ( n: 27 / 71) de los encuestados hace 4 o menos nefrectomías radicales al año. En el caso de tener un paciente candidato a nefrectomía parcial, el 73,23% de los encuestados la realiza. La gran mayoría de los encuestados realizan nefrectomías parciales como parte del tratamiento de las masas renales ( 84,5%), y de los que hacen nefrectomía parcial el 57,74% hacen entre 1 y 3 al año. El límite de las masas renales en tamaño para realizar una nefrectomía parcial es menor de 4 cm para el 40,84%. La gran mayoría utilizan la vía abierta (61,97%). El 38,02% de los encuestados no utiliza ningún score para determinar el grado de dificultad de la nefrectomía parcial y esto solo lo hacen rigurosamente el 36,61%, el RENAL score, es el más utilizado, seguido del PADUA. Con respecto al clampaje del pedículo vascular renal el 66,19% realiza isquemia. Conclusiones: La nefrectomía parcial se viene realizando cada vez más no solo cuando las indicaciones absolutas, lo ameritan, si no que se ha ampliado su uso, con el fin de preservar la función renal, esta encuesta permitió conocer el manejo actual y las conductas de la población urológica venezolana con respecto a nefrectomía parcial, así mismo, nos permitió demostrar que gran parte de los urólogos realizan esta cirugía con la finalidad de preservar la función renal y garantizar la calidad de vida de los pacientes sin descuidar el control oncológico, en este sentido aun cuando se siguen realizando un gran número de nefrectomías radicales, se sigue avanzando en la realización de cirugías parciales en beneficio del paciente, en cuanto a la laparoscopia no es la técnica más utilizada, pero eso no impide mantener las indicaciones claras


Objectives: Partial nephrectomy was historically used in urology for the treatment of benign kidney processes. In the last 20 years, its greater use was focused on localized tumors being an alternative to radical nephrectomy. Initially, absolute indications included patients with a single kidney or bilateral tumors. Over time indications were expanded based on the risk of developing kidney disease, and became elective surgery in patients with tumors of less than 4 cm, and even tumors larger than 4 cm. We present a survey of the Venezuelan urological population, regarding partial nephrectomy, as part of treatment for renal masses. Methods: Based on a 21-question survey, by Lopera Toro Adrián et al. Partial nephrectomy in Colombia: current situation, with their previous authorization and adding some questions, the survey was given to urologists and residents of the XXVII National Congress of Urology. Results: 71 people answered, mostly from Caracas and the Metropolitan District (53.5%), 57 were urologists (80.2%) and 14 (19.71%) third year residents. The majority of urologists who answered the survey had a majority of 1 to 3 years of schooling (29.82%). 45.07% (n: 32/71) of the respondents practiced in most Level IV hospitals. 46.4% of these were university hospitals. 38.02% (n: 27/71) respondents did 4 or fewer radical nephrectomies per year. In the case of having a patient candidate for partial nephrectomy, 73.23% of the respondents performed it. Most of the respondents performed partial nephrectomies as part of the treatment of renal masses (84.5%). Conclusions: In the first place, it was very supportive to have a survey designed by Lopera Toro Adrian et al. It allowed us to carry out a survey in our urological population and to see the current state of partial nephrectomy in our environment, considering that a large part of the urological population performs this surgery in order to preserve nephrons even if laparoscopy is not the most used technique. Nevertheless, clear indications are kept


Assuntos
Humanos , Masculino , Feminino , Padrões de Prática Médica/estatística & dados numéricos , Nefrectomia/estatística & dados numéricos , Carcinoma de Células Renais/cirurgia , Neoplasias Renais/cirurgia , Inquéritos e Questionários , Estudos Retrospectivos
4.
Arch Esp Urol ; 72(6): 581-589, 2019 Jul.
Artigo em Espanhol | MEDLINE | ID: mdl-31274123

RESUMO

OBJECTIVES: Partial nephrectomy was historically used in urology for the treatment of benign kidney processes. In the last 20 years, its greater use was focused on localized tumors being an alternative to radical nephrectomy. Initially, absolute indications included patients with a single kidney or bilateral tumors. Over time indications were expanded based on the risk of developing kidney disease, and became elective surgery in patients with tumors of less than 4 cm, and even tumors larger than 4 cm. We present a survey of the Venezuelan urological population, regarding partial nephrectomy, as part of treatment for renal masses. METHODS: Based on a 21-question survey, by Lopera Toro Adrián et al. Partial nephrectomy in Colombia: current situation, with their previous authorization and adding some questions, the survey was given to urologists and residents of the XXVII National Congress of Urology. RESULTS: 71 people answered, mostly from Caracas and the Metropolitan District (53.5%), 57 were urologists (80.2%) and 14 (19.71%) third year residents. The majority of urologists who answered the survey had a majority of 1 to 3 years of schooling (29.82%). 45.07% (n: 32/71) of the respondents practiced in most Level IV hospitals. 46.4% of these were university hospitals. 38.02% (n: 27/71) respondents did 4 or fewer radical nephrectomies per year. In the case of having a patient candidate for partial nephrectomy, 73.23% of the respondents performed it. Most of the respondents performed partial nephrectomies as part of the treatment of renal masses (84.5%). CONCLUSIONS: In the first place, it was very supportive to have a survey designed by Lopera Toro Adrian et al. It allowed us to carry out a survey in our urological population and to see the current state of partial nephrectomy in our environment, considering that a large part of the urological population performs this surgery in order to preserve nephrons even if laparoscopy is not the most used technique. Nevertheless, clear indications are kept.


OBJETIVO: La nefrectomía parcial históricamente se usaba en urología para el tratamiento de procesos benignos del riñón. En los últimos 20 años su mayor uso se centró en tumores localizados, siendo una alternativa a la nefrectomía radical. Inicialmente las indicaciones absolutas incluían pacientes de riñón único o tumores bilaterales. Con el tiempo las indicaciones se ampliaron en base al riesgo de desarrollo de enfermedad renal, y se convirtió en una cirugía electiva realizada en pacientes con tumores de menos de 4 cm y hasta de tumores mayores de 4 cm. Se presenta un sondeo en la población médica urológica venezolana, con respecto a la nefrectomía parcial, como parte de tratamiento de las masas renales. MÉTODOS: Basados en una encuesta de 27 preguntas, sobre consideraciones quirúrgicas de nefrectomía parcial y consideraciones sobre abordajes y conductas, se entregó la encuesta a urólogos y residentes en el XXVII Congreso Nacional Venezolano de Urología 2017. RESULTADOS: Se logró obtener respuesta de 71 personas, en su mayoría de Caracas y Distrito metropolitano (53,5%) 57 eran urólogos (80,2%) y 14 (19,71%) residentes de tercer año. La mayor parte de urólogos que contestaron la encuesta tenían en su mayoría, de 1 a 3 años de graduado (29,82%). El 45,07% ( n: 32 / 71) de los encuestados ejerce su práctica en centros hospitalarios la mayoría nivel IV. Dichos centros de trabajo son universitarios en el 46,4%. EL 38,02% ( n: 27 / 71) de los encuestados hace 4 o menos nefrectomías radicales al año. En el caso de tener un paciente candidato a nefrectomía parcial, el 73,23% de los encuestados la realiza. La gran mayoría de los encuestados realizan nefrectomías parciales como parte del tratamiento de las masas renales ( 84,5%), y de los que hacen nefrectomía parcial el 57,74% hacen entre 1 y 3 al año. El límite de las masas renales en tamaño para realizar una nefrectomía parcial es menor de 4 cm para el 40,84%. La gran mayoría utilizan la vía abierta (61,97%). El 38,02% de los encuestados no utiliza ningún score para determinar el grado de dificultad de la nefrectomía parcial y esto solo lo hacen rigurosamente el 36,61%, el RENAL score, es el más utilizado, seguido del PADUA. Con respecto al clampaje del pedículo vascular renal el 66,19% realiza isquemia. CONCLUSIONES: La nefrectomía parcial se viene realizando cada vez más no solo cuando las indicaciones absolutas, lo ameritan, si no que se ha ampliado su uso, con el fin de preservar la función renal, esta encuesta permitió conocer el manejo actual y las conductas de la población urológica venezolana con respecto a nefrectomía parcial, así mismo, nos permitió demostrar que gran parte de los urólogos realizan esta cirugía con la finalidad de preservar la función renal y garantizar la calidad de vida de los pacientes sin descuidar el control oncológico, en este sentido aun cuando se siguen realizando un gran número de nefrectomías radicales, se sigue avanzando en la realización de cirugías parciales en beneficio del paciente, en cuanto a la laparoscopia no es la técnica más utilizada, pero eso no impide mantener las indicaciones claras.


Assuntos
Nefrectomia , Carcinoma de Células Renais , Colômbia , Humanos , Neoplasias Renais , Néfrons , Estudos Retrospectivos , Venezuela
5.
Rev. venez. cir ; 61(3): 131-136, sept. 2008. ilus
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: lil-540008

RESUMO

Evaluar la efectividad del uso de la toxina botulínica tipo A Botox® en el síndrome aurículo-temporal (síndrome de Frey). Se realizó un estudio experimental en dos pacientes femeninas con síndrome de Frey a quienes se les realizó: parotidectomía superficial bilateral por sialodenitis crónica en una, y parotidectomía superficial derecha en la otra, por carcinoma de células acinares, para objetivar el síndrome se utilizó el test de Minor y se uso toxina botulínica tipo A Botox®, aplicándola por vía subcutánea, usando una dosis de 3.0 MU/0.1ml/cm2. Se realizó el test de Minor en dos pacientes con síndrome de Frey. El tiempo de aparición de los síntomas fue: de 6 meses del lado izquierdo y 12 meses en el lado derecho para la que presentaba síndrome bilateral y 12 meses para la segunda paciente, el test de Minor fue positivo en 100 por ciento. Se aplicó toxina botulínica, y con tres meses de seguimiento no se evidenció recidiva objetivizado por el test de Minor. No se presentaron efectos adversos tras la administración de la toxina botulínica tipo A Botox®. La toxina botulínica representa un tratamiento efectivo, seguro y fácil de reproducir en el tratamiento del síndrome de Frey, sin evidencia de efectos adversos, y mejora en la calidad de vida de los pacientes.


Assuntos
Humanos , Adulto , Feminino , Carcinoma de Células Acinares/patologia , Glândula Parótida/patologia , Sudorese Gustativa/fisiopatologia , Sudorese Gustativa/terapia , Toxinas Botulínicas Tipo A/administração & dosagem , Traumatismos Faciais/etiologia , Indicadores de Qualidade em Assistência à Saúde , Região Parotídea/patologia , Toxinas Botulínicas Tipo A/farmacologia
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