RESUMO
The World Health Organization has proposed that health be promoted and protected through the development of an environment that enables sustainable actions at individual, community, national and global levels. Indeed, food-based dietary guidelines, i.e., food pyramids, have been developed in numerous countries to disseminate nutritional information to the general population. However, wider recommendations are needed, with information on an active, healthy lifestyle, not just healthy eating. The objective of the present work is to propose a three-dimensional pyramid as a new strategy for promoting adequate nutrition and active healthy lifestyles in a sustainable way. Indeed, the Iberomerican Nutrition Foundation (FINUT) pyramid of healthy lifestyles has been designed as a tetrahedron, its three lateral faces corresponding to the binomials food and nutrition, physical activity and rest, and education and hygiene. Each lateral face is divided into two triangles. These faces show the following: 1. food-based guidelines and healthy eating habits as related to a sustainable environment; 2. recommendations for rest and physical activity and educational, social and cultural issues; 3. selected hygiene and educational guidelines that, in conjunction with the other two faces, would contribute to better health and provide measures to promote environmental sustainability. The new FINUT pyramid is addressed to the general population of all ages and should serve as a guide for living a healthy lifestyle within a defined social and cultural context. It includes an environmental and sustainability dimension providing measures that should contribute to the prevention of non-communicable chronic diseases.
La Organización Mundial de la Salud (World Health Organization: OMS) ha propuesto que la salud debe ser promovida y protegida a través del desarrollo de un medio ambiente que permita acciones sostenibles a nivel individual, comunitario, nacional y global. De hecho, se han desarrollado en numerosos países guías alimentarias (por ejemplo, las pirámides de alimentos) para divulgar información nutricional a la población general. Sin embargo, se necesitan recomendaciones más amplias sobre estilos activos de vida saludable, no restringidos únicamente a los alimentos. El objetivo de este trabajo es la propuesta de una pirámide tridimensional como una nueva estrategia para promover una nutrición adecuada y estilos activos de vida saludable de manera sostenible. En efecto, se ha diseñado la pirámide FINUT (Fundación Iberoamericana de Nutrición) sobre estilos de vida saludable como un tetraedro cuyas tres caras laterales se corresponden a los binomios alimentación y nutrición, actividad física y descanso, y educación e higiene. Cada cara lateral está dividida en dos triángulos. Estas caras muestran lo siguiente: 1. guías alimentarias y hábitos de alimentación saludable en relación a un medio ambiente sostenible; 2. recomendaciones sobre descanso y actividad física y temas de educación, sociales y culturales relacionados; 3. guías seleccionadas sobre higiene y educación que, en conjunto con las otras dos caras, puedan contribuir a una mejor salud para la población en un planeta sostenible. La nueva pirámide FINUT se dirige a la población general de todas las edades y debería servir como una guía para un estilo de vida saludable en un contexto social y cultural definido. La pirámide incluye una dimensión ambiental y sostenible que proporciona medidas para contribuir a la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles.
Assuntos
Dieta , Guias como Assunto , Estilo de Vida , Política Nutricional , Algoritmos , Comportamento Alimentar , Promoção da Saúde , Humanos , Organização Mundial da SaúdeRESUMO
The role of diet quality and physical activity in reducing the progression of chronic disease is becoming increasingly important. Dietary Quality Indices or Indicators (DQIs) are algorithms aiming to evaluate the overall diet and categorize individuals according to the extent to which their eating behaviour is "healthy". Predefined indexes assess dietary patterns based on current nutrition knowledge and they have been developed primarily for nutritional epidemiology to assess dietary risk factors for non-communicable diseases. There are many different types of DQIs. There are three major categories of DQIs: a) nutrient-based indicators; b) food/food group based indicators; and c) combination indexes, the vast majority of DQIs, which often include a measure of diet variety within and across food groups, a measure of adequacy i.e. nutrients (compared to requirements) or food groups (quantities or servings), a measure of nutrients/foods to consume in moderation, and an overall balance of macronutrients. The Healthy Eating Index (HEI), the Diet Quality Index (DQI), the Healthy Diet Indicator (HDI) and the Mediterranean Diet Score (MDS) are the four 'original' diet quality scores that have been referred to and validated most extensively. Several indexes have been adapted and modified from those originals. In particular, many variations on the MDS have been proposed, included different alternate MDS and Mediterranean Diet Adherence Screener (MEDAS). Primary data source of DQI's are individual dietary data collection tools, namely 24 h quantitative intake recalls, dietary records and food frequency questionnaires. Nutrients found in many scores are total fat, saturated fatty acids or the ratio of monounsaturated fatty acids to saturated fatty acids or the latter SFA to polyunsaturated fatty acids. Cholesterol, protein content and quality, complex carbohydrates, mono- and disaccharides, dietary fibre and sodium are also found in various scores. All DQIs, except those that only contain nutrients, include the components fruits and vegetables; additional attributes are legumes or pulses, nuts and seeds. Meat and meat products, namely red and processed meat, poultry, and milk and dairy products are also included in many scores. Other foods contained in some DQIs e.g. MDS are olive oil and fish. Nowadays, there is interest in defining more than DQIs, healthy life indices (HLIs), which give information on behaviours associated with specific patterns and beyond dietary habits they include physical activity, rest and selected socio-cultural habits. The Mediterranean Lifestyle (MEDLIFE) index has been recently created based on the current Spanish Mediterranean food guide pyramid and it includes both the assessment of food consumption directly related to the Mediterranean diet, physical activity and rest and other relevant cultural information. However, a global HLI should consider, based on the Iberoamerican Nutrition Foundation (FINUT) Pyramid of Healthy Lifestyles, in addition to food groups and nutrients, selected items on food safety e.g. consumption rate of proceed foods, food handling, preparation and storage and access to drinking water, selected food habits, including alcoholic beverage and salt consumption patterns, purchase of seasonal and local foods, home cooking and conviviality, as well as patterns of physical activity, sedentary and rest habits and some selected sociocultural habits, particularly those related to food selection, religious beliefs and socializing with friends.
El papel de la calidad de la dieta y de la actividad física en la reducción de la progresión de las enfermedades crónicas es cada vez más importante. Los indicadores o índices de calidad de la dieta (DQIs) son algoritmos destinados a evaluar la calidad global de la dieta y categorizar a los individuos en función de si su patrón de alimentación es más o menos saludable. Los índices predefinidos evalúan diferentes patrones dietéticos basados en los conocimientos actuales de la Nutrición y se han desarrollado básicamente para la epidemiología nutricional con objeto de determinar factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNTs).Existen muchos tipos de DQIs. Se distinguen tres categorías principales: a) basados en nutrientes; b) basados en alimentos o grupos de alimentos; y c) índices combinados. A estos últimos pertenecen la mayoría de los DQIs, los cuales incluyen además una medida de adecuación de la dieta a las recomendaciones dietéticas, una medida del consumo moderado y un balance general de ingesta de macronutrientes. El indicador de alimentación saludable (HEI), el índice de calidad de la dieta (DQI), el indicador de dieta saludable (HDI) y la puntuación de dieta mediterránea (MDS), son los cuatro indicadores originales que se han referenciado y validado más extensamente. Otros muchos índices se han adaptado a partir de ellos. En particular se han propuesto numerosas variaciones del MDS que incluyen varios índices alternativos y el recientemente denominado MEDAS que valora el grado de adherencia a la dieta y hábitos de vida mediterráneos. La fuente primaria de los DQIs son las herramientas para recoger datos individuales de ingesta tales como el recordatorio de ingesta cuantitativa de 24 h, los registros dietéticos y los cuestionarios de frecuencias de consumo de alimentos. Los nutrientes que se incluyen en numerosos DQIs son grasa total, ácidos grasos saturados o la proporción ácidos grasos monoinsaturados a ácidos grasos saturados o de estos últimos a ácidos grasos poliinsaturados, colesterol, contenido y calidad de las proteínas Los hidratos de carbono complejos, mono- y disacáridos, fibra dietética y sodio se incluyen también en algunos indicadores. Todos los DQIs, excepto aquellos en los que sólo se incluyen nutrientes, tienen como componentes el consumo de frutas y verduras; atributos adicionales son las legumbres, frutos secos y semillas. El consumo de carne y de productos cárnicos, especialmente carnes rojas y procesadas, carnes de ave y leche y productos lácteos se incluye también en varios índices Otros alimentos incluidos en algunos indicadores, p.e. en el MDS son el aceite de oliva y el pescado. Actualmente hay interés más que en definir nuevos DQIs en establecer índices de calidad de vida (HLIs), que suministren información, además de sobre nutrientes y alimentos consumidos, sobre patrones de comportamiento específicos asociados con los hábitos de alimentación, con la actividad física y el descanso y con ciertos hábitos de vida socio-culturales. El índice de calidad de vida mediterránea (MEDLIFE), recientemente creado, está basado en la pirámide de alimentos de la dieta mediterránea e incluye tnato la evaluación del consumo de alimentos relacionados con la dieta mediterránea como información en relación a la actividad física y el descanso y otra información cultural relevante. Sin embargo, un índice global de estilos de vida saludable, basada en la pirámide de la Fundación Iberomericana de Nutrición (FINUT), además de grupos de alimentos y de nutrientes, debería incluir aspectos relacionados con la seguridad alimentaria p.e. consumo de alimentos procesados, manejo preparación y almacenamiento de los alimentos, y acceso al agua potable, hábitos alimentarios, incluyendo patrones de consumo de bebidas alcohólicas y de sal, compra de alimentos estacionales y locales, cocinado en el hogar y convivialidad, así como patrones de actividad física, sedentarismo y descanso y algunos hábitos socioculturales, particularmente aquellos relacionados con la selección de alimentos, creencias religiosas y socialización con amigos.
Assuntos
Inquéritos sobre Dietas/métodos , Algoritmos , Exercício Físico , Comportamento Alimentar , Humanos , Estilo de Vida , Reprodutibilidade dos TestesRESUMO
En perros no anestesiados provistos de una cánula biliar bidireccional, hemos estudiado el efecto de la cimetidina (10 mg/kg), administrada oralmente, sobre la secreción biliar en respuesta a una comida estándar. La ingestión de una comida produce un incremento significativo en el flujo biliar. Cuando se administra cimentidina antes de la comida se observa una mayor respuesta biliar, tanto en animales colecistectomizados como en no colecistectomizados. En nuestras condiciones experimentales este efecto podría explicarse por un aumento en la resistencia del esfínter de Oddi junto con un aumento de la motilidad del tracto biliar y vesícula biliar. Por otro lado, en todos los animales tratados con cimetidina se observó una disminución en la concentración de taurocolato y un incremento en la de cloruro. Además la cimetidina provoca en animales colecistectomizados un descenso en la concentración de bilirrubina. Los cambios en los aniones orgánicos podrían deberse a una reducción en el flujo de sangre portal conjuntamente con la interferencia por parte de la cimetidina con vías metabólicas oxidativas en el hígado. La mayor concentración de cloruro tendría su origen en una menor liberación de secretina. La mayoría de estos efectos son transitorios ya que vuelven a sus valores control al finalizar el tratamiento
Assuntos
Cães , Animais , Masculino , Feminino , Bile/metabolismo , Cimetidina/farmacologia , Dieta , Bilirrubina/metabolismo , Cloretos/metabolismo , Cimetidina/administração & dosagem , Sódio/metabolismo , Ácido Taurocólico/metabolismoRESUMO
En perros no anestesiados provistos de una cánula biliar bidireccional, hemos estudiado el efecto de la cimetidina (10 mg/kg), administrada oralmente, sobre la secreción biliar en respuesta a una comida estándar. La ingestión de una comida produce un incremento significativo en el flujo biliar. Cuando se administra cimentidina antes de la comida se observa una mayor respuesta biliar, tanto en animales colecistectomizados como en no colecistectomizados. En nuestras condiciones experimentales este efecto podría explicarse por un aumento en la resistencia del esfínter de Oddi junto con un aumento de la motilidad del tracto biliar y vesícula biliar. Por otro lado, en todos los animales tratados con cimetidina se observó una disminución en la concentración de taurocolato y un incremento en la de cloruro. Además la cimetidina provoca en animales colecistectomizados un descenso en la concentración de bilirrubina. Los cambios en los aniones orgánicos podrían deberse a una reducción en el flujo de sangre portal conjuntamente con la interferencia por parte de la cimetidina con vías metabólicas oxidativas en el hígado. La mayor concentración de cloruro tendría su origen en una menor liberación de secretina. La mayoría de estos efectos son transitorios ya que vuelven a sus valores control al finalizar el tratamiento (AU)