RESUMO
Scientists in higher education institutions around the globe recognize the importance of engaging with public stakeholders to share their enthusiasm, explain their science, and encourage primary and secondary students to enter the sciences. However, without direct consideration of students' and teachers' perspectives and interests, scientists may design activities around their own goals, limiting the impact on school stakeholders (i.e., students, teachers, paraprofessional staff, students' parents, and other caregivers). We drew from natural and social science research to describe how expanding the conception of place beyond the biophysical can help engage school stakeholders in meaningful ways. We describe the multidimensional PLACE framework that we developed to integrate perspectives, knowledge, and values of all stakeholders in engagement programming. The framework is organized around topics that stakeholders should discuss early on to ensure successful partnerships. We recommend that scientists identify and use pedagogy that is inclusive; language framed around dialogic communication methods; aims and motivations centered on engagement; cultural funds of knowledge of place (i.e., disciplinary, personal, or experiential knowledge); and evaluation of engagement based on meaningful metrics. Two case studies are presented to illustrate how the PLACE framework components, when addressed, can lead to robust, successful partnerships between scientists and schools.
Pedagogía crítica del lugar para mejorar las actividades ecológicas participativas Resumen Alrededor del mundo, los científicos de las instituciones de educación superior reconocen lo importante que es involucrarse con los actores públicos para compartir su entusiasmo, explicar la ciencia que trabajan y alentar a los estudiantes de primaria y secundaria a formar parte de las ciencias. Sin embargo, si los científicos no consideran las perspectivas e intereses de los docentes y estudiantes, pueden terminar diseñando actividades para lograr sus propios objetivos, lo que limita el impacto sobre los actores escolares (estudiantes, docentes, personal para-profesional, familias y otros cuidadores). Partimos de las ciencias naturales y sociales para describir cómo la expansión del concepto de lugar más allá de lo biofísico puede ayudar a que los actores escolares se involucren de maneras significativas. Describimos el marco multidimensional PLACE que desarrollamos para integrar el conocimiento, las perspectivas y los valores de todos los actores dentro de la programación de la participación. El marco está organizado en torno a los temas que los actores deberían discutir al inicio para asegurar colaboraciones exitosas. Recomendamos que los científicos identifiquen y usen una pedogagía inclusiva; lenguaje enmarcado en los métodos de comunicación por diálogo; objetivos y motivaciones centradas en la participación; recursos culturales del conocimiento del lugar (conocimiento disciplinario, personal o por experiencias); y una evaluación de la participación con base en medidas significativas. Presentamos dos estudios de caso para ilustrar cómo, cuando se utilizan, los componentes del marco PLACE pueden resultar en colaboraciones sólidas y exitosas entre los científicos y las escuelas.
