RESUMO
Este trabajo se basa en la experiencia adquirida en transplantes de riñón, por un mismo equipo quirúrgico, a través de 19 años de actuación, en una misma institución CEMIC. Desde el inicio, en 1970, se estudió exahustivamente la antomía del dador, del receptor y del aparato urinario, en relación con el injerto renal, lo que se expresa en los correspondientes capítulos de este trabajo. El objeto es disminuir la agresión al máximo aprovechando las vías de abordaje anatomicamente más simples de evolución más satisfactoria y con mejor recuperación del paciente. También describimos en detalle y así lo referimos, la celda renal y sus relaciones, la estructura del riñon y la arquitectura intrarrenal, tanto canicular como vascular. La primera por la posibilidad de derivaciones urinarias tradicionales y desde 1985 de la cirugía endourológica pos-trasplante. La segunda por la relación de los elementos vasculares del pedículo renal entre sí, con los órganos vecinos y con los grandes vasos. Importan y se describen también las malformaciones que se pueden diagnosticar previamente y que hacen a la selección del dador vivo relacionado, o que durante el acto operatorio, obliguen a cirugías complementarias inmediatas. Expuestas en otro capítulo, la estructura anatómica y funcional de la vía excretora así como su irrigación y las oportunidades que esta brinda en la reconstrucción canicular urinaria. Se estudian también las técnicas posibles en la anastomosis vasculares y en la vía excretora así como sus variaciones. Se describen los recaudos quirúrgicos, basados en la antomía del aparato urinario, que permite prevenir ciertas complicaciones, como por ejemplo, el reflujo y las intervenciones complementarias, si a pesar de todo aquellas ocurren. Finalmente se hace mención a la posibilidad del uso de segmentos entéricos, en reemplazo de sectores urinarios.
Assuntos
Anastomose Cirúrgica , Doadores de Tecidos , Nefrectomia , Rim/anatomia & histologia , Transplante de Rim , UrografiaRESUMO
Este trabajo se basa en la experiencia adquirida en transplantes de riñón, por un mismo equipo quirúrgico, a través de 19 años de actuación, en una misma institución CEMIC. Desde el inicio, en 1970, se estudió exahustivamente la antomía del dador, del receptor y del aparato urinario, en relación con el injerto renal, lo que se expresa en los correspondientes capítulos de este trabajo. El objeto es disminuir la agresión al máximo aprovechando las vías de abordaje anatomicamente más simples de evolución más satisfactoria y con mejor recuperación del paciente. También describimos en detalle y así lo referimos, la celda renal y sus relaciones, la estructura del riñon y la arquitectura intrarrenal, tanto canicular como vascular. La primera por la posibilidad de derivaciones urinarias tradicionales y desde 1985 de la cirugía endourológica pos-trasplante. La segunda por la relación de los elementos vasculares del pedículo renal entre sí, con los órganos vecinos y con los grandes vasos. Importan y se describen también las malformaciones que se pueden diagnosticar previamente y que hacen a la selección del dador vivo relacionado, o que durante el acto operatorio, obliguen a cirugías complementarias inmediatas. Expuestas en otro capítulo, la estructura anatómica y funcional de la vía excretora así como su irrigación y las oportunidades que esta brinda en la reconstrucción canicular urinaria. Se estudian también las técnicas posibles en la anastomosis vasculares y en la vía excretora así como sus variaciones. Se describen los recaudos quirúrgicos, basados en la antomía del aparato urinario, que permite prevenir ciertas complicaciones, como por ejemplo, el reflujo y las intervenciones complementarias, si a pesar de todo aquellas ocurren. Finalmente se hace mención a la posibilidad del uso de segmentos entéricos, en reemplazo de sectores urinarios. (AU)
Assuntos
Anastomose Cirúrgica , Doadores de Tecidos , Nefrectomia , Transplante de Rim , Urografia , Rim/anatomia & histologiaRESUMO
1- La tuberculosis urinaria es hematógena, bilateral, post-primaria y alejada en su evolución, debe investigársela en todo tuberculoso, pues es oligo, mono o asintomática durante largos períodos. 2- La vía excretora tiene particular signifación en la evolución de la tuberculosis y en el compromiso de la función renal, su participación constituye la denominada "segunda enfermedad tuberculosa" de Puigvert. 3- El tratamiento médico localiza focos parenquimatosos, controla la inflamación aguda canalicular o provoca su cicatrización por esclerosis retráctil, lo que intensifica la uroectasia. 4- El tratamiento quirúrgico es complementario del médico. Por ser las lesiones frecuentemente bilaterales, deberán tratarse en lo posible con cirugía conservadora, reparadora y sustitutiva, en una secuencia quirúrgica sin reglas fijas en el orden de ejecución, sólo por necesidad se practicará cirugía radical. 5- La bilateralidad de las lesiones alcanza al 80 por ciento de las observaciones y puede ser contemporánea o extemporánea, únicas o múltiples, altas o bajas. 6- La mayoría de los enfermos tuberculosos urinarios fallecen por insuficiencia renal, condicionada por trastornos urodinámicos, pionefrosis o exclusión renal, procesos que pueden y deben evitarse con un adecuado y oportuno tratamiento médico-quirúrgico.
Assuntos
Humanos , Antituberculosos/uso terapêutico , Insuficiência Renal/mortalidade , Tuberculose Renal/cirurgia , Tuberculose Renal/complicações , Tuberculose Renal/fisiopatologia , Tuberculose Renal/terapia , Tuberculose Urogenital/complicações , Tuberculose Urogenital/fisiopatologia , Tuberculose Urogenital/terapia , Urinálise/métodosRESUMO
1- La tuberculosis urinaria es hematógena, bilateral, post-primaria y alejada en su evolución, debe investigársela en todo tuberculoso, pues es oligo, mono o asintomática durante largos períodos. 2- La vía excretora tiene particular signifación en la evolución de la tuberculosis y en el compromiso de la función renal, su participación constituye la denominada "segunda enfermedad tuberculosa" de Puigvert. 3- El tratamiento médico localiza focos parenquimatosos, controla la inflamación aguda canalicular o provoca su cicatrización por esclerosis retráctil, lo que intensifica la uroectasia. 4- El tratamiento quirúrgico es complementario del médico. Por ser las lesiones frecuentemente bilaterales, deberán tratarse en lo posible con cirugía conservadora, reparadora y sustitutiva, en una secuencia quirúrgica sin reglas fijas en el orden de ejecución, sólo por necesidad se practicará cirugía radical. 5- La bilateralidad de las lesiones alcanza al 80 por ciento de las observaciones y puede ser contemporánea o extemporánea, únicas o múltiples, altas o bajas. 6- La mayoría de los enfermos tuberculosos urinarios fallecen por insuficiencia renal, condicionada por trastornos urodinámicos, pionefrosis o exclusión renal, procesos que pueden y deben evitarse con un adecuado y oportuno tratamiento médico-quirúrgico. (AU)