RESUMO
Background: Despite the high prevalence of mental illness in forcibly displaced people, their utilization of mental health services is low. Major barriers to seeking mental health services include mental health self-stigma. To address this issue, the psychoeducational short film 'Coping with Flight and Trauma' was developed as a brief online intervention. Objective: The present study aims to evaluate the feasibility and acceptance of the newly developed 10â min film, and to assess changes in self-stigma and help seeking. Method: The evaluation of the film was conducted using a mixed-methods design with an online survey including the Self-Stigma of Mental Illness Scale, help seeking, and mental health variables at baseline, postintervention, and 3â month follow-up, in addition to telephone interviews postintervention with a randomly selected volunteer subsample. Results: A total of 134 participants with a forced displacement history within the past 8â years took part in the study, of whom 66% scored as having probable post-traumatic stress disorder (PTSD), depression, and/or anxiety. The results revealed emotional, cognitive, and behavioural changes postintervention. Directly after watching the film, participants reported reduced self-stigma and increased openness towards accessing mental health services. At follow-up, precisely 3.8â months later, these changes were no longer significant, yet 11% of participants reported having started psychotherapy since watching the film. Probable PTSD was associated with higher self-stigma at all three time-points. The majority (90%) would recommend watching the film to other forcibly displaced people. Conclusions: Self-stigma was shown to be a robust and persistent issue, which tends to be underestimated by individuals not affected by mental illness. Low-threshold psychoeducational online interventions may be a promising tool to reduce barriers to accessing mental health services for forcibly displaced people, e.g. by being implemented in stepped-care models. HIGHLIGHTS: Mental health self-stigma was shown to be a persistent and underestimated burden in forcibly displaced people.Psychoeducational online interventions are promising for addressing the burden of self-stigma and reducing barriers to seeking mental health services.
Antecedentes: A pesar de la alta prevalencia de enfermedades mentales en las personas desplazadas por la fuerza, la utilización que hacen de los servicios de salud mental es baja. Las principales barreras en la búsqueda de servicios de salud mental incluyen el autoestigma en salud mental. Para abordar este tema, se desarrolló el cortometraje psicoeducativo 'Afrontando la huida y el trauma' como una breve intervención en línea.Objetivo: El presente estudio pretende evaluar la viabilidad y la aceptación del nuevo cortometraje de 10 minutos con personas desplazadas por la fuerza y evaluar los cambios en el autoestigma y la búsqueda de ayuda.Método: La evaluación de la película se llevó a cabo mediante un diseño de métodos mixtos con una encuesta en línea que incluía la Escala de Autoestigma sobre la Enfermedad Mental, la búsqueda de ayuda y las variables de salud mental al inicio, después de la intervención y a los 3 meses de seguimiento, además de entrevistas telefónicas individuales cualitativas después de la intervención con una submuestra de voluntarios seleccionados al azar.Resultados: N = 134 participantes con una historia de desplazamiento forzado en los últimos ocho años tomaron parte en el estudio, de los cuales el 66% puntuó como probable trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión y/o ansiedad. Los resultados revelaron cambios emocionales, cognitivos y conductuales tras la intervención. Inmediatamente después de ver la película, los participantes informaron de una reducción del autoestigma y una mayor apertura para acceder a los servicios de salud mental. En el seguimiento, precisamente 3,8 meses después, estos cambios ya no eran significativos, pero el 11% de los participantes declararon haber iniciado una psicoterapia desde que vieron la película. El probable TEPT se asoció con un mayor autoestigma en las tres mediciones. La mayoría (90%) recomendaría ver la película a otras personas desplazadas por la fuerza.Conclusiones: El autoestigma demostró ser un fuerte problema y persistente que tiende a ser subestimado por los individuos no afectados por la enfermedad mental. Las intervenciones psicoeducativas en línea de bajo umbral podrían ser una herramienta prometedora para reducir las barreras de acceso a los servicios de salud mental para las personas desplazadas por la fuerza, por ejemplo, mediante su aplicación en modelos de atención escalonada.
