Glutamatergic dysfunction in schizophrenia: from basic neuroscience to clinical psychopharmacology.

The underlying cellular mechanisms leading to frontal cortical hypofunction (i.e., hypofrontality) in schizophrenia remain unclear. Both hypoactive and hyperreactive prefrontal cortical (PFC) states have been reported in schizophrenia patients. Recent proton magnetic resonance spectroscopy studies revealed that antipsychotic-naïve patients with first psychotic episode exhibit a hyperactive PFC. Conversely, PFC activity seems to be diminished in patients chronically exposed to conventional antipsychotic treatments, an effect that could reflect the therapeutic action as well as some of the impairing side effects induced by long-term blockade of dopamine transmission. In this review, we will provide an evolving picture of the pathophysiology of schizophrenia moving from dopamine to a more glutamatergic-centered hypothesis. We will discuss how alternative antipsychotic strategies may emerge by using drugs that reduce excessive glutamatergic response without altering the balance of synaptic and extrasynaptic normal glutamatergic neurotransmission. Preclinical studies indicate that acamprosate, a FDA approved drug for relapse prevention in detoxified alcoholic patients, reduces the glutamatergic hyperactivity triggered by ethanol withdrawal without depressing normal glutamatergic transmission. Whether this effect is mediated by a direct modulation of NMDA receptors or by antagonism of metabotropic glutamate receptor remains to be determined. We hypothesize that drugs with similar pharmacological actions to acamprosate may provide a better and safer approach to reverse psychotic symptoms and cognitive deficits without altering the balance of excitation and inhibition of the corticolimbic dopamine-PFC system. It is predicted that schizophrenia patients treated with acamprosate-like compounds will not exhibit progressive cortical atrophy associated with the anti-dopaminergic effect of classical antipsychotic exposure.

Riesgo de trastorno emocional en personal a cargo de la atención de pacientes psiquiátricos / Risk of emotional disorder of workers at a psychiatric patient care unit

Se estudia el riesgo de trastorno emocional del personal que se desempeña con pacientes psiquiátricos, en relación con personal que labora con otro tipo de enfermos, mediante el cuestionario Goldberg-30 (GHQ-30) y un cuestionario laboral de 12 ítemes relacionados con percepción de situaciones estresantes. Ambos cuestionarios se administraron a personal clínico no profesional universitario del Instituto Psiquiátrico "Dr. José Horwitz Barak" de Santiago (n=58), del Hospital "San José" de Santiago (n=54) y de 4 servicios de psiquiatría adosados a hospitales generales de regiones (=48). Se efectuó análisis estadístico de los datos. En ambos cuestionarios obtuvo mayor promedio y mediana la muestra del hospital general (San José). El cuestionario laboral mostró un diferente pérfil de percepción de situaciones estresantes entre el personal que labora con pacientes psiquiátricos y aquel que labora con pacientes de patología físicas; estos resultados contradicen la hipótesis de mayor riesgo en personal psiquiátrico. Se proponen posibles explicaciones

Psicopatología diferencial entre las psicosis epilépticas lúcidas y psicosis similares con alteraciones electroencefalográficas y sin epilepsia / Psychopathological differences between clear consciousness epileptic psychosis and similar psychosis with electroencephalographic changes and without epilepsy

Se estudiaron dos grupos de psicosis que tenían en común las siguientes características: instalación paulatina de un cuadro psicótico con productividad alucinatoria y delirante, que cursa con lucidez de conciencia la mayor parte de la evolución, que excede el mes de duración y que presenta alteraciones electroencefalográficas compatibles con el diagnóstico de epilepsia según los criterios de Wolff. Para ambos grupos se descartó el diagnóstico de esquizofrenia, psicosis maníaco-depresiva, psicosis reactiva y psicosis exógena. En ambos casos los delirios se presentan desdoblados en polaridades que dividen la manifestación psicótica en extremos desde los cuales el paciente configura sus vivencias y comportamientos. El primer grupo tenía antecedentes de crisis epilépticas, eran pues pacientes epilépticos con una psicosis lúcida esquizomorfa. El segundo grupo carecía de antecedentes de epilepsia clínica. Se comprobó que en ambos grupos al comienzo del episodio psicótico se presentaba insomnio pertinaz y se pesquisaron factores desencadenantes de tipo psicógeno. En ambos grupos se observaron diferencias tanto semiológicas como en la significación que los pacientes otorgaron al episodio, una vez que éste desapareció. El segundo grupo, junto con presentar estas diferencias con el primero, guarda semejanzas semiológicas estrechas con éste (psicosis epilépticas lúcidas), siendo ambos grupos diferenciales, a su vez de las psicosis atípicas descritas por Kleist, pues estas últimas se dan con compromisso de conciencia. Para el segundo grupo estudiado se propone la denominación provisoria de psicosis lúcidas de perfil epiléptico