RESUMO
Resumen Objetivo: Comprender la relación entre el uso de videojuegos según su nivel de violencia y la disposición empática en la adolescencia. Método: Enfoque cuantitativo de diseño no experimental, de corte transversal y de alcance descriptivo-correlacional. La recolección de datos se llevó a cabo a través de un cuestionario ad hoc que exploró los factores que componen al uso de videojuegos (α=0,951), y la escala Índice de Reactividad Interpersonal que evaluó las cuatro dimensiones de empatía (α=0,745). La muestra quedó conformada por n=400 adolescentes de 12 a 18 años de edad, 55,2 % hombres y 44,8 % mujeres. Se utilizó un muestro probabilístico aleatorio simple. Resultados: La prueba H de Kruskal-Wallis determinó que el uso de videojuegos excesivamente violentos es un factor que genera diferencias estadísticamente (+18; p-valor= 0,001) en una dimensión de la empatía (Malestar Personal, MP), siendo mayor en quienes actualmente juegan estos juegos. Discusiones: MP es un constructo que, en altos niveles, marca una tendencia a evitar a las personas que están pasando por situaciones adversas, relacionándose negativamente con el comportamiento prosocial y el altruismo. En la investigación, los adolescentes que más juegan videojuegos +18 son quienes presentan una menor disposición empática, lo cual es congruente con otras investigaciones, donde se encontró que el uso de videojuegos violentos (UVV) redujo los niveles de empatía en niños y adolescentes, prediciendo una mayor frecuencia de conductas violentas. Así mismo, estudios regionales sugieren que el UVV aumenta los niveles de ira y agresividad, a la par que reduce la empatía.
Abstract Objective: To understand the relationship between the use of video games according to their level of violence and empathic disposition in adolescence. Method: Quantitative approach of non-experimental design, cross-sectional and descriptive-correlational scope. Data collection was carried out through an ad hoc questionnaire that explored the factors that make up the use of video games (α=0,951), and the Interpersonal Reactivity Index scale that evaluated the four dimensions of empathy (α=0,745). The sample consisted of n=400 adolescents aged 12 to 18 years, 55,2 % male and 44,8 % female. A simple random probability sample was used. Results: The Kruskal-Wallis H-test determined that the use of excessively violent video games is a factor that generates statistically significant differences (+18; p-value = 0,001) in one dimension of empathy (Personal Malaise, PM), being higher in those who currently play these games. Discussion: PM is a construct that, at high levels, marks a tendency to avoid people who are going through adverse situations, being negatively related to prosocial behavior and altruism. In the research, adolescents who play more video games +18 are those who present a lower empathic disposition, which is congruent with other research, where it was found that the use of violent video games (VVG) reduced the levels of empathy in children and adolescents, predicting a higher frequency of violent behaviors. Likewise, regional studies suggest that VVG increases levels of anger and aggression, while reducing empathy.
RESUMO
Resumen: Objetivo: Establecer la relación entre el bienestar psicológico, apoyo social percibido y sobrecarga en los cuidadores de hijos con alguna condición de desarrollo o discapacidad, conociendo la influencia de algunas variables sociodemográficas en los resultados de las variables psicológicas. Método: Se efectúo un estudio cuantitativo correlacional-transversal y un muestreo aleatorio simple. La muestra fue de 83 cuidadores de niños con alguna condición de desarrollo o discapacidad, quienes cumplimentaron la Escala de Bienestar Psicológico de Ryff, la escala Multidimensional de Apoyo Social Percibido (MSPSS) y el cuestionario de Sobrecarga del Cuidador de Zarit. Resultados: Los resultados revelan una correlación positiva entre las dimensiones bienestar psicológico y apoyo social, la dimensión sobrecarga del cuidador se correlaciona negativamente con estas dos variables psicológicas. Asimismo, se identificaron cambios significativos en las variables psicológicas al incorporar factores sociodemográficos del cuidador, incluyendo el género, la situación actual y la edad, así como aspectos asociados al menor, como su edad, género, tipo de discapacidad y el tiempo transcurrido desde el diagnóstico. Conclusión: El grado de apoyo social informal que perciben los cuidadores de hijos con discapacidad permite lograr un óptimo bienestar psicológico ya que determina la existencia o no de sobrecarga. Algunas variables sociodemográficas parecen influir en la experiencia de estos cuidadores.
Abstract: Objective: To establish the relationship between psychological well-being, perceived social support and overload in caregivers of children with some developmental condition or disability, knowing the influence of some sociodemographic variables on the results of the psychological variables. Methods: A quantitative correlational-cross-sectional study and simple random sampling were carried out. The sample consisted of 83 caregivers of children with some developmental condition or disability, who completed the Ryff Psychological Well-Being Scale, the Multidimensional Scale of Perceived Social Support (MSPSS) and the Zarit Caregiver Overload questionnaire. Results: The results reveal a positive correlation between the dimensions of psychological well-being and social support; the caregiver overload dimension correlates negatively with these two psychological variables. Significant changes in the psychological variables were also identified when incorporating sociodemographic factors of the caregiver, such as gender, current situation and age, as well as aspects associated with the child, such as age, gender, type of disability and time since diagnosis. Discussions: The degree of informal social support perceived by caregivers of children with disabilities allows achieving an optimal psychological well-being since it determines the existence or not of overload. Some sociodemographic variables seem to influence the experience of these caregivers.
RESUMO
Este estudio analiza los estilos de crianza parental y su relación con la aparición y mantenimiento de conductas disruptivas en escolares. El proceso de socialización en la familia es el primer y principal medio que provee y retroalimenta a nivel comportamental y emocional la conducta infantil, al vincular la práctica de actitudes, delimitación de normas-límites, valores, cumplimientos de funciones-roles y expresiones de comunicación-afecto. Se utilizó estudio de caso. Participaron seis progenitores de hijos 5 a 9 años de edad, a quienes se aplicó entrevistas psicológicas, escala de Funcionamiento Familiar (EFP) y cuestionario de Funcionamiento Familiar (FF-SI), a seis docentes se administró: Escala de Evaluación del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad e Inventario del Comportamiento de niños/as de 6-8 años para profesores/as. De las entrevistas clínicas se desprende que la mayoría de los niños muestran conductas disruptivas en los contextos: familiar y educativo, sus principales manifestaciones: irritaciones, confrontaciones, exigencias, búsqueda constante de atención, bajo rendimiento escolar, inquietud, desobediencia, no cumplen con tareas u obligaciones, desafiantes y manipuladores. Respecto a los estilos parentales y al funcionamiento familiar, los resultados encontrados muestran que las familias emplean estilos de crianza parental rígidos y permisivos. De ellas la mitad es moderadamente funcional y disfuncional. Por su parte, los docentes cumplimentan pruebas que indican la existencia de trastorno de conducta de riesgo elevado y moderado, con rango clínico. Estos resultados permiten concluir que los estilos de crianza parental se convierten en factores de protección o riesgo en la conducta de niños según la interacción que exista.
This study analyzes parenting styles and their relationship to the appearance and maintenance of disruptive behavior in school children. The process of socialization in the family is the first and main means that provides and provides feedback at a behavioral and emotional level for children's behavior, by linking the practice of attitudes, delimitation of norms-limits, values, fulfillment of functions-roles and expressions of communication -affection. A case study was used. Six parents of children from 5 to 9 years old participated, to whom psychological interviews, Family Functioning Scale (FFS) and Family Functioning Questionnaire (FF-SI) were applied, six teachers were administered: Attention Deficit Hyperactivity Disorder Assessment Scale and Behavior Inventory for 6-8 years old children for teachers. From the clinical interviews, it was found that most of the children showed disruptive behaviors in the following contexts: family and educational, their main manifestations: irritations, confrontations, demands, constant attention seeking, low school performance, restlessness, disobedience, failure to fulfill tasks or obligations, defiance and manipulation. Regarding parental styles and family functioning, the results found show that families employ rigid and permissive parenting styles. Half of them are moderately functional and dysfunctional. For their part, teacher's complete tests that indicate the existence of high- and moderate-risk behavioral disorders, with clinical range. These results allow us to conclude that parenting styles become protective or risk factors in children's behavior depending on the interaction that exists.