Tratamiento con Suero Equino Hiperinmune en pacientes con COVID-19 / Treatment with Hyperimmune Equine Serum in patients with COVID-19

INTRODUCCIÓN: El 30 de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de Severe Acute Respiratory Syndrome COronaVirus 2 (SARS-CoV-2) en China Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional. No existen aún tratamientos específicos para prevenir o curar la enfermedad. La dexametasona ha demostrado reducir la mortalidad en pacientes con neumonía por Coronavirus Disease 2019 (COVID-19), y el tratamiento de soporte resulta fundamental según la necesidad de cada caso (oxigeno, ventilación no invasiva, ventilación invasiva, tratamiento de las complicaciones, etc.). La estrategia de vacunación comenzó recientemente en nuestro país pero su impacto no podrá evaluarse/medirse inmediatamente. En este contexto, se desarrollaron sueros equinos hiperinmunes (SEH) específicos para el tratamiento de COVID-19 utilizando el dominio de unión al receptor (RBD) de la proteína Spike del SARS-CoV-2 como inmunógeno. OBJETIVO: Realizar un informe ultra-rápido de evaluación de tecnología sanitaria sobre suero equino hiperinmune en tratamiento de pacientes con COVID-19. METODOLOGÍA: Un equipo multidisciplinario, independiente de conflictos de interés con la tecnología, realizó una búsqueda exhaustiva y sistemática de la literatura científica. Los puntos finales analizados fueron relacionados a la eficacia, la seguridad, el impacto económico, en la equidad y en el sistema de salud. RESULTADOS: En el registro de estudios ClinicalTrials.gov se encontraron publicados: un protocolo que aún se encuentra en la etapa previa al reclutamiento de pacientes, conducido en Costa Rica, un estudio similar en la misma fase de desarrollo llevado a cabo en México y un tercer protocolo registrado en ClinicalTrials.gov desarrollado en Argentina. A la fecha no se han publicado en dicho sitio los resultados del estudio. Se obtuvo información del preprint de la publicación del ensayo destinada a una revista internacional. El diseño se presenta como un ensayo clínico aleatorizado (ECA). Se incluyeron 242 pacientes con diagnóstico confirmado de SARS-CoV-2 por técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) con manifestaciones clínicas moderadas y/o graves, que fueron aleatorizados a recibir solución de SEH. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el impacto en la mortalidad, ni en el tiempo de hospitalización, ni en el requerimiento de unidad de terapia intensiva (UTI), ni en la mejoría clínica de los pacientes tratados con SEH vs tratamiento estándar. CONCLUSIÓN: Existe incertidumbre en la eficacia de las inmunoglobulinas equinas en pacientes hospitalizados con infección por SARS-CoV-2, ya que la certeza global de la evidencia es muy baja. La aprobación de esta tecnología por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) se realizó en el Marco de Registros Especiales en el contexto de enfermedad pandémica seria, para la cual no existen aún otros tratamientos efectivos. El impacto económico potencial en los sistemas de salud puede ser elevado y distraer recursos limitados necesarios para hacer frente a la pandemia con tecnologías que al momento han demostrado cierta eficacia y seguridad. Esto es aún más relevante en el contexto de crisis económica que nuestro enfrentan los países como consecuencia de la situación sanitaria provocada por la pandemia. El impacto en la equidad puede ser perjudicial y el impacto en las organizaciones del sistema de salud y potenciales judicializaciones, a partir de las recomendaciones emitidas, puede ser perjudicial para lograr resultados eficientes y equitativos en la salud de la población. En este contexto, el balance beneficio/costo no es favorable y son necesarios estudios con mayor cantidad de pacientes para definir la eficacia clínica, la seguridad, el grado de recomendación y los subgrupos más beneficiados para elección del tratamiento en forma oportuna. La presente evaluación ha consistido en una evaluación sanitaria de los datos existentes. Finalmente, como ha manifestado la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el marco de las recomendaciones sobre intervenciones no probadas para la pandemia por SARS-Cov-2 (MEURI), se requiere que el uso de las intervenciones sea en el marco de ensayos clínicos de adecuado diseño y éticamente aceptables.(AU)

Consideraciones regulatorias sobre la autorización del uso de plasma de convalecientes (PC) para atender la emergencia de COVID-19, 22 de abril de 2020 / Regulatory considerations on the authorization of the use of convalescent plasma (PC) to treat the COVID-19 emergency, April 22, 2020

La inmunización pasiva se ha utilizado para la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades infecciosas humanas desde el siglo pasado. El plasma inmune obtenido de personas curadas o recuperadas fue el tratamiento de elección en casos de fiebre hemorrágica argentina. Además, fue utilizado en los brotes de ébola en África, y los brotes de SARS y MERS donde se pusieron en práctica protocolos de tratamiento similares, considerando que en el momento no existían otras alternativas terapéuticas. A la fecha, la experiencia con el uso de plasma de convalecientes para tratamiento de la COVID-19 es limitada pero los resultados preliminares indican una potencial utilidad. Diversos estudios clínicos controlados se encuentran en marcha, lo que permitirá recolectar mayor evidencia científica de calidad para confirmar la eficacia y seguridad de esta intervención. En este escenario, las recomendaciones prevén su uso bajo condiciones experimentales en el marco de la regulación de cada país. Por otro lado, se plantea el reto de la recolección, procesamiento y distribución de plasma de pacientes convalecientes en amplia escala para responder a las eventuales necesidades clínicas. Al respecto se han publicado diferentes orientaciones para la colecta y uso de plasma de pacientes convalecientes en enfermedades infecciosas, como en el brote de ébola e incluso para la actual situación de la COVID-19.

Immunotherapy in prostate cancer: review of the current evidence

Prostate cancer is the most common male malignancy in the Western world. Once it metastasizes, it is incurable. The current gold standard for metastatic disease is the combined docetaxel/prednisone regimen. Prostate cancer shows several characteristics that make it a suitable candidate for immunotherapy, as recently exemplified by the approval of sipuleucel-T, the first vaccine to treat any malignancy. Here, we review different tumor associated antigen immunotherapy strategies currently being investigated, from a humanized radiolabeled monoclonal antibody (J-591) that targets radiation into tumor cells, moving on to vaccines and through to immunomodulator agents such as anti-CPLA-4 and anti-PD-1 monoclonal antibodies that activate T-cell responses via immune checkpoint inhibition. We explore different opinions on the best approach to integrate immunotherapy into existing standard therapies, such as androgen-deprivation therapy, radiotherapy or chemotherapy, and review different combination sequences, patient types and time points during the course of the disease to achieve a lasting immune response. We present data from recent phase III clinical trials that call for a change in trial endpoint design with immunotherapy agents, from the traditional tumor progression to overall survival and how such trials should include immune response measurements as secondary or intermediate endpoints to help identify patient clinical benefit in the earlier phases of treatment. Finally, we join in the recent questioning on the validity of RECIST criteria to measure response to immunotherapeutic agents, as initial increases in the size of tumors/lymph nodes, which are part of a normal immune response, could be categorized as disease progression under RECIST (AU)

No disponible

Progress in gammaglobulin therapy for immunodeficiency: from subcutaneous to intravenous infusions and back again.

The year 1952 marked the first use of subcutaneous immunoglobulin therapy to treat primary immunodeficiency disease. Subsequently, intramuscular and then intravenous administration became the norm in the United States and most of Europe. Intravenous immunoglobulin therapy, however, can be burdensome and often causes systemic side effects. To overcome obstacles presented by the intravenous route of administration, subcutaneous preparations were developed. To further enhance patient satisfaction, adherence, and quality of life, enzyme-enhanced subcutaneous immunoglobulin administration using hyaluronidase, an enzyme spreading agent, was studied. The dose and flow rate of traditional subcutaneous immunoglobulin infusion is limited by the inhibition of bulk fluid flow by the extracellular matrix. Recombinant human hyaluronidase, administered with or immediately prior to infusate, increases the absorption and dispersion of infused fluids and drugs. Results from a phase III clinical trial indicate that subcutaneous immunoglobulin infusion, facilitated by recombinant human hyaluronidase, is well tolerated, and delivers infusion volumes at treatment intervals and rates equivalent to intravenous administration. This review surveys the state of the art of immunoglobulin replacement therapy.

Comparison of colostrum feeding by nipple bottle versus oroesophageal tubing in Holstein dairy bull calves.

OBJECTIVE: To compare the apparent efficiency of absorption of IgG and failure of passive transfer of immunity rates between calves fed colostrum by nipple bottle (NB) and oroesophageal tubing (OET). DESIGN: Randomized controlled study. ANIMALS: 26 Holstein bull calves (age, 4 to 8 hours). PROCEDURES: Calves were randomly assigned to receive colostrum by either NB or OET. Pooled colostrum was used for feeding each group of calves. Calves received either a maximum of 4 L of colostrum fed through an NB over a period of 20 minutes or an equivalent volume of colostrum fed by OET. Subsequently, a pair of similarly aged calves received similar volumes of colostrum with similar immunoglobulin concentrations. Colostrum was fed only once. Thereafter, calves were fed 2 L of milk replacer every 12 hours. All calves survived to at least 48 hours of age. Serum samples were collected prior to feeding colostrum and at 48 hours of age for determination of serum immunoglobulin concentrations. RESULTS: There were no differences in failure of passive transfer of immunity rates and apparent efficiency of absorption of IgG between calves fed by NB or OET. Volume of colostrum fed was the only significant variable in determining failure of passive transfer of immunity in calves at 48 hours. CONCLUSIONS AND CLINICAL RELEVANCE: Reported advantages and disadvantages of either feeding method are likely to be of minimal practical relevance in achieving adequate passive transfer of immunity in calves when calves are fed a similar volume of colostrum with comparable immunoglobulin concentrations.

[Intrathecal interferon therapy in chronic echovirus meningoencephalitis in Bruton type agammaglobulinemia]. / Intrathekale Interferontherapie einer chronischen Echovirusmeningoenzephalitis bei Agammaglobulinämie vom Typ Bruton.

A 9-year-old body with X-linked agammaglobulinemia developed chronic enteroviral meningoencephalitis (CEMA) caused by echovirus type 6. Intravenous treatment with selected immunoglobulin charges containing high titers against echovirus type 6 or combination with beta-interferon did not result in improvement. After implantation of a Rickham reservoir and periodical administration of intraventricular and intravenous immunoglobulin the virus recurred rapidly each time treatment was stopped. After 20 months of treatment the patient received a combined therapy with beta-interferon and selected immunoglobulin. Both drugs were given by lumbar puncture, intravenously and via Rickham reservoir. Subsequently echovirus type 6 could not be isolated in culture or PCR. Cerebrospinal fluid pleocytosis disappeared. The remission is lasting for more than three years. Intrathecal and intraventricular beta-interferon therapy for CEMA is being reported for the first time. Facing the unfavourable prognosis of the disease this mode of treatment is a new therapeutic approach following failure of other therapies.

Adoptive immunotherapy: novel applications of blood cell separators.

Animal models have demonstrated that syngeneic lymphocytes activated ex vivo and infused into animals with experimentally induced tumors can mediate tumor regression. This "adoptive immunotherapy" has been applied to patients with end-stage malignancy refractory to standard therapy. Lymphocytes are collected with the blood cell separator, expanded in culture under the influence of cytokines such as interleukin-2 (IL-2), and reinfused into the patient under conditions similar to those used in the animal models. Studies from several centers using lymphokine-activated killer (LAK) cells, involving more than 300 patients, have shown an overall response rate of greater than 15% and a complete response rate of approximately 10%. Renal cell carcinoma, melanoma, and lymphoma appear to be the cell types that respond best to such therapy. Toxicity in these phase 1 studies has been substantial, related primarily to high doses of intravenous IL-2, and treatment-related deaths have been reported. Adoptive immunotherapy using lymphocytes derived from surgically excised tumors, tumor-infiltrating lymphocytes (TIL), is in the early stages of clinical trials, but this appears to offer a potentially more potent and specific approach than does LAK cell therapy. TIL have been shown to traffic to tumor sites and mediate tumor regression. The mechanisms of adoptive immunotherapy are poorly understood, but blood cell separators and storage technology are playing a critical role in the collection and processing of cells for these research applications.