Deficiencia de vitaminas y minerales en la infancia y adolescencia. Prevalencia y sus causas. Consideraciones generales

Lama More, R. A

RESUMEN

La deficiencia de micronutrientes es la forma de malnutrición más generalizada en el mundo y afecta sobre todo a los niños y a las mujeres adultas. Durante la infancia y adolescencia el déficit de micronutrientes tiene gran trascendencia en el crecimiento y desarrollo neurológico lo que va a trascender en su calidad de vida en la edad adulta. El déficit de Zinc por ejemplo, aparte de influir en la incidencia de infecciones, afecta el crecimiento y hoy se sabe que un tercio de la población mundial es deficitaria de Zinc. En ocasiones el déficit de micronutrientes condiciona mutaciones bacterianas cuya infección condiciona epidemias de patología diversa como ocurrió con la miocardiopatía de Keshan por déficit de selenio y la neuropatía óptica periférica de Cuba en la que se objetivó una mutación del Cocsakie CV9 en relación con déficit de Selenio, vitamina E, α y β carotenos y licopeno. Es importante recordar que en nuestro medio el déficit de micronutrientes es en general subclínico y en ocasiones se ha visto relacionado con manifestaciones patológicas tanto el déficit vitamínico como el déficit de minerales, como ocurre con el déficit vitamínico como el déficit de minerales, como ocurre con el déficit de ácido fólico y los defectos del tubo neural y el déficit de zinc con afectación del crecimiento. Muchas vitaminas juegan un papel importante en el desarrollo de enfermedades crónicas por su papel antioxidante y su participación en la regulación de la metilación, hoy se sabe que además pueden tener efectos inhibitorios de la inflación (α tocoferon, zinc y vitamina A) de la angiogénesis (α-tocopherol, vitamin A, C, y D), osteoartritis (Vitamina c, Ca. Y vitamina D). La ingesta del calcio puede tener efecto en los niveles de colesterol, y al formar compuestos insolubles con la grasa y sales biliares disminuye el contacto entre carcinógenos y mucosa intestinal. Es bien conocido el papel de la vitamina D y el calcio en la densidad ósea disminuyendo la osteoporosis y las fracturas de cadera. Por todo ello se plantea la necesidad de aumentar el aporte de micronutrientes que puede realizarse mediante suplementos o fortificando los alimentos. Aunque está demostrada la reducción de patología con la fortificación de alimentos, en España la fortificación de alimentos es habitual, sin embargo es irregular, la fortificación con ácido fólico por ejemplo en la revisión realizada por Samaniego y cols, es irregular y los diferentes alimentos fortificados aportan entre un 15 y un 430% de la Cantidad diaria recomendada y de ellos, el 75% tenían adición de vitamina B6 y B12. Para determinar la población diana de esta fortificación es necesario conocer la importancia del déficit de micronutrientes en nuestra población pediátrica. La prevalencia de déficit de micronutrientes es menor en Europa y en Estados Unidos que en el resto del mundo, sin embargo en España la prevalencia del déficit de algunos micronutrientes es superior al de los países Europeos, posiblemente debido a la fortificación de alimentos. En España se dispones de pocos datos acerca del aporte de nutrientes, a nivel nacional, casi todos los estudios son locales o Comunitarios (AU)