Síndrome del lactante zarandeado y osteogénesis imperfecta / Shaken baby syndrome and osteogenesis imperfecta

RESUMEN

Introducción. El síndrome del lactante zarandeado (SLZ) es una forma de maltrato físico que incluye la presencia de hematoma subdural o subaracnoideo o edema cerebral difuso, hemorragias retinianas y, en general, ausencia de otros signos físicos de traumatismos. La osteogénesis imperfecta (OI) es un trastorno genético de la síntesis del colágeno de tipo I que ocasiona fragilidad ósea con fracturas frecuentes, y que tiene diferentes formas clínicas de presentación. Se realiza el diagnóstico diferencial con el maltrato físico por la existencia de fracturas óseas sin traumatismos conocidos, pero desconocemos la asociación de la OI con el SLZ. Caso clínico. Se presenta un lactante que a los 3 meses padeció un cuadro de encefalopatía aguda con convulsiones, hematoma subdural y hemorragias retinianas compatibles con el SLZ, así como fracturas costales bilaterales. La serie esquelética evidenció la alteración de la estructura y la textura ósea, lo que llevó al diagnóstico de OI mediante el estudio del colágeno en fibroblastos de piel. Conclusiones. La sospecha del SLZ es desagradable para los profesionales y los familiares. La existencia de fracturas costales en un claro caso de lactante zarandeado orientaba al maltrato malintencionado; sin embargo, la actitud de los padres y la existencia de OI hicieron pensar que no hubo intención de dañar. El zarandeo pudo ser secundario a episodios de llanto por microfisuras en relación con la OI. Debe plantearse el diagnóstico diferencial de procesos que pueden confundirse con el niño zarandeado o de factores médicos favorecedores o predisponentes

ABSTRACT

Introduction. Shaken baby syndrome (SBS) is a form of physical abuse that includes the presence of a subdural or subarachnoid haematoma or diffuse cerebral oedema, retinal haemorrhages and, in general, absence of other physical signs of traumatic injury. Osteogenesis imperfecta (OI) is a genetic disorder affecting the synthesis of type I collagen that leads to brittle bones with frequently occurring fractures, with presenting clinical symptoms taking a variety of forms. A differential diagnosis allowing it to be distinguished from physical abuse is known, due to the existence of bone fractures with no known traumatic injuries, but we do not understand the link between OI and SBS. Case report. We describe the case of an infant who, at the age of 3 months, suffered symptoms of acute encephalopathy with convulsions, subdural haematoma and retinal haemorrhages compatible with SBS, as well as bilateral rib fractures. The skeletal series of X-rays revealed alterations in bone structure and texture, which led to a diagnosis of OI that was confirmed by a study of the collagen in skin fibroblasts. Conclusions. The suspected existence of SBS is unpleasant both for the health care professional and for the patient’s relatives. The existence of rib fractures in an obvious case of shaken baby syndrome suggested malicious abuse; however, the parents’ attitude and the existence of OI made us think that no harm was intended. Shaking could have been secondary to bouts of crying due to microfissures related to the OI. The differential diagnosis of processes that can be mistaken for shaken baby or from favourable or predisposing medical factors must be taken into consideration