Coca y derivados: evidencias, fantasias y falacias / Coca and derivatives: evidences, fantasies and illusions

RESUMEN

Las hojas de coca han sido acullicadas desde tiempos prehistóricos. El uso pudo estar restringido antes de la conquista española del Imperio de los Incas, pero poco después se generalizó considerablemente hasta abarcar a la mayoría de los habitantes de los Andes. Desde entonces se le ha empleado para facilitar el trabajo en las minas y en los campos agrícolas, así como en ceremonias curativas sociales y religiosas. Se discuten las realidades y los mitos de estos usos, subrayando las dificultades para la interrupción del hábito en el medio social del indígena. Después de la síntesis del clorhidrato de cocaína, las empresas farmacéuticas norteamericanas y europeas recomendaron la aplicación de dicho alcaloide en varias dolencias y enfermedades. Las investigaciones científicas revelaron inconsistencia en la mayor parte de las supuestas indicaciones. Sin embargo, algunos médicos de la época, entre ellos S. Freud, contribuyeron a precipitar la primera epidemia de cocainomanía, al recomendarla para el tratamiento de la adicción a la morfina. Las condiciones psicosociales de los años sesenta desencadenaron ansia multitudinaria de sucedáneos químicos, primero en las naciones occidentales y después en las orientales. El temor a las reacciones tóxicas de ciertos fármacos alucinógenos llevó a experimentar nuevamente con la cocaína, la pasta de coca y la base libre de cocaína. Surgieron entonces activistas y propagandistas de dichos compuestos. Vivimos la segunda epidemia de abuso de cocaína, la cual es más extensa y más grave que la primera. Es esencial adoptar medidas inmediatas para controlar la diseminación de esta enfermedad