Estudio ultraestructural del epitelio pigmentado en relación con los fotorreceptores (bastones) de la retina de primates (Saimiri sciureus) y homo sapiens / Ultrastructural study of the pigment epithelium related to the photoreceptors (nods) of primates retina (Saimiri sciureus) and homo sapiens

RESUMEN

En los primates el epitelio pigmentado posee una sola capa de células regularmente prismáticas, usualmente hexagonales en su contorno, cuya porción externa (basal) está dirigido hacia la coroides descansando y uniéndose a la región más interna de la coroides denominada membrana vítrea o de Brunch, a la cual se une por una membrana basal. Estas células llevan en su base un núcleo discretamente ovoídeo, generalmente único, con excepción de las porciones más anteriores del epitelio donde puede haber más de uno. Su citoplasma es rico en retículo endoplásmico fundamentalmente liso, un sistema de Golgi bien desarrollado y una moderada o abundante cantidad de gránulos de pigmento melánico, cuyos gránulos son generalmente alargados y grandes. Estos gránulos se ubican de preferencia en el tercio medio e interno del epitelio incluso en el interior de las vellosidades existentes en su apex. Presenta además un alto número de citosomas (lisosomas) en su tercio interno. Tamaño celular las células son tan altas como anchas en las regiones centrales de la retina disminuyendo su altura hacia la retina media y periférica. El pigmento melánico presente varía en su cantidad según las diferentes especies estando ausente en los albinos, en los ojos de los elasmobranquios, en el fundus de los Lémures nocturnos y en el fundus de aquellos mamíferos que poseen Tapetum coroídeo, en cambio, existe abundante pigmento epitelial en los peces Teleósteos, anfibios a nuros y aves. En los reptiles, la cantidad de pigmento varía considerablemente siendo, en general, abundante en los de hábitos diurnos. El significado del pigmento epitelial y su cantidad y capacidad de migrar en relación con la cantidad de luz incidente en la retina, ha sido objeto de abundantes estudios y muy activo papel en los procesos tróficos y de naturaleza metabólica entre la circulación corio capilar y las porciones externas de la Neuroretina no vascularizada, son fundamentales para la mantención de la función visual. Pero, su rol en el contro de la estructura y tamaño de los fotorreceptores es un problema de más reciente data y aún no totalmente dilucidado