Las enfermedades crónicas no transmisibles ¿cómo las mira la epidemiología?

Asociadas a determinados hábitos o costumbres adquiridas y aprendidas quizás no sean exactamente no transmisibles. Cuando los denominados factores de riesgo se instalan colectivamente como una forma normal o habitual de comportamiento como alimentos perjudiciales, el sobrepeso o la obesidad, el consumo de alcohol o de tabaco, el sedentarismo las respuestas individuales, caso por caso, apelando a la voluntad de cada uno puede resultar insuficiente. El éxito de los tratamientos ha hecho que algunas enfermedades o afecciones incurables y hasta letales se conviertan en padecimientos crónicos que con cambios de hábitos y adherencia a los tratamientos (accesibles) pueden permitir una vida saludable. La detección temprana, el acompañamiento familiar, leyes protectoras pueden hacer la diferencia