ABSTRACT
El diagnóstico intrauterino y el tratamiento de las anormalidades, tales como hidrocefalia obstructiva congénita, hidronefrosis y hernia diafragmática, mediante cirugía fetal, han obtenido grandes adelantos desde el punto de vista clínico y continúan en evolución. La anestesia para estos procedimientos tiene como objetivo provocar mínimos riesgos para la madre y el feto. Por esta razón, la ténica anestésica debe incluir un monitoreo materno-fetal exhaustivo, durante y después del procedimiento. Las técnicas percutáneas, frecuentemente, requieren anestesia local con sedación. Sin embargo, ésta no provee anestesia adecuada para procedimientos que requieren histerectomía o fetoscopía. Su empleo proporciona confort materno, pero no produce suficiente relajación uterina ni adecuada anestesia fetal. Con el empleo de anestesia general, la tocolisis se mantiene con agentes halogenados y útero-inhibidores, mientras que la anestesia en el feto se logra con el uso de opioides y relajantes musculares, siendo esta técnica segura para ambos. El uso de fármacos útero-inhibidores debe mantenerse durante y después de la histerotomía, que, junto con la analgesia epidural mediante colocación de un catéter, contribuyen a disminuir el riesgo de parto prematuro, logrando el control eficaz del dolor postoperatorio.