ABSTRACT
En los últimos años los estudios nutricionales revelan una creciente tendencia al sobrepeso y obesidad a todas las edades. Objetivo: describir el estado nutricional en niños entre 1 y 5 años de edad, controlados desde el nacimiento. Pacientes y métodos: se realiza un seguimiento retrospectivo de 1 088 niños inscritos entre 1996 y 2000 en un consultorio de la Región Metropolitana. La información se obtuvo desde la ficha clínica y los registros de enfermería. Resultados: 46,2 por ciento de los niños eran varones; en promedio pesaron al nacer 3 335 g y midieron 49,8 cm sin diferencias por sexo. Según estado nutricional, por año de edad, los desnutridos corresponden al 2,7 por ciento al año, disminuyen en las edades siguientes hasta 0 por ciento a los 5 años; los niños en riesgo de desnutrir son el 11,6 por ciento al año y disminuyen hasta 7,5 por ciento a los 5 años. Entre el 65 por ciento y 78 por ciento del grupo con déficit de peso presentaban déficit de talla. Los niños con sobrepeso aumentan de 12,7 por ciento al año a 22 por ciento entre los 3 y 4 años y a 16,8 por ciento a los 5 años, los niños obesos aumentan de 2,7 por ciento al año a 11 por ciento a los 5 años. Se observa déficit y exceso de peso en todas las edades y en ambos sexos. La proporción de varones con déficit de peso es mayor en todas las edades, sólo difieren significativamente a los 2 y 5 años. El sobrepeso es más alto en varones al año. Difieren significativamente a los 3 años. La proporción de niños con talla insuficiente es de 20,7 por ciento al año y de 16,9 por ciento a los 5 años. En todas las edades la proporción de varones con déficit de talla es mayor que las niñas, pero sólo difieren significativamente al año. Conclusión: en estos niños hay problemas nutricionales tanto por déficit como por exceso en todo el período estudiado, en ambos sexos.
Subject(s)
Humans , Male , Female , Child , Child Nutrition Disorders , Nutritional Status , Obesity , Retrospective StudiesABSTRACT
Cada día va en aumento el reconocimiento de la importancia de la atención ambulatoria del niño, ya que con los adelantos en diagnósticos y terapéutica un gran porcentaje de atenciones pueden ser prestadas en el consultorio, escuelas o en el propio hogar evitando así hospitalizar al niño. El papel del pediatra en el consultorio consiste en ayudar al niño y a su familia a utilizar sus recursos para mantener la salud. El pediatra que se desempeña en el consultorio periférico tiene una oportunidad única para favorecer las potencialidades de la familia ayudándoles a encontrar dentro de su propia comunidad, los recursos y la forma de empleo que contribuyen a la integridad y a un mayor bienestar familiar. Esto presupone que tanto el médico como cada uno de los miembros del equipo de salud, tengan un conocimiento, lo más aproximado posible de las necesidades de salud, de las personas, del medio ambiente en que viven, del nivel cultural de la familia y sus limitaciones, de modo que comprendan el entorno en que se mueve la comunidad. Este conocimiento debe incluir el lenguaje y que este como medio de comunicación debe ser sencillo, claro y al alcance de su interlocutor, de modo que paciente y profesional logren entenderse para que la acción de salud no sea en vano. Por otra parte, la promoción de la salud y la educación para formar hábitos de vida sana que se realizan en la atención ambulatoria serán cada vez más importantes a medida de que se cuente con nuevas técnicas que permitan una mayor difusión. La atención de la salud del niño es responsabilidad de todo el equipo de salud, la mantención de la salud en cambio es de los padres, adquiriendo y aplicando conocimientos de como evitar que el niño enferme, como alimentarlo para que no se desnutra, como fomentar y cultivar hábitos higiénicos. Toda esta información y mucho más debe ser entregada en forma organizada a través de programas educativos específicos sobre nutrición, alimentación, control de salud e inmunización infantil, como también la necesidad de disponer de agua potable y saneamiento básico. Estos conceptos apuntan hacia el cumplimiento del lema del Día Mundial de la Salud para 1986 "Vida sana todo el mundo gana"