Subject(s)
Humans , Adult , Middle Aged , Mental Health , Psychiatry/statistics & numerical data , Costa RicaABSTRACT
Se hace una revisión de alguna literatura al respecto, llegando a concluir que en el momento actual no se justifica dicha asociación por cuanto: Se hace más difícil el manejo del tratamiento por parte del paciente ya que tiene que utilizar más medicamentos y estos puede hacerlo pensar que se encuentra muy mal; se encubren efectos secundarios a largo plazo (Diskinesia tardía); los Antiparkinsonianos pueden dar un cuadro confusional y hasta psicótico que dificultan un diagnóstico diferencial; el síndrome extrapiramidal secundario tiende a desaparecer con el tiempo de usar el neuroléptico, sólo un 38.9% de los casos lo presentan y lo más útil es buscar la "ventana" de eficacia para cada caso particular o el cambio de neuroléptico; favorece la retención urinaria y el glaucoma precipitado por los neurolépticos; tienen efectos secundarios indeseables por sí solos y además aumentan el costo de la terapia. Los que apoyan el uso profiláctico se basan en que los cuadros extrapiramidales son muy aparatosos y conducen a que el paciente abandone todo el tratamiento; también argumentan el hecho de que hay pacientes ambulatorios que por la dificultad de acceso al Hospital al presentar estos efectos secundarios no tienen donde recurrir