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Intervalo de año
1.
Arch. latinoam. nutr ; 54(3): 328-336, sept. 2004. tab, graf
Artículo en Español | LILACS | ID: lil-401759

RESUMEN

El objetivo del presente trabajo fue caracterizar y evaluar la composición lipídica de pescados marinos mexicanos con especial énfasis en sus ácidos grasos n-3 como componentes nutracéuticos. Se analizó la porción comestible de 25 especies: humedad, proteína cruda (PC), lípidos totales (LT) y ácidos grasos (AG). En promedio, la PC fue de 18.40, la humedad 75.20 y los LT3.60g/100g parte comestible, respectivamente. En todas las muestras se identificaron los siguientes ácidos grasos n-3 por orden de abundancia (mg/100g parte comestible): C22:6n-3 (DHA) (229.60), C20:5n-3 (EPA) (52.10), C18:3 n-3 (ALA) (11.80) y C20:3 n-3 (2.25). Por su distribución geográfica y distribución general no presentaron una diferencia relevante en sus distintas categorías. Por su clasificación biológica, los pescados óseos presentaron mayor contenido de n-3 que los cartilaginosos, 307.82 y 74.8 mg/100g parte comestible, respectivamente. Se detectó una relación proporcional entre el contenido de lípidos totales y la concentración de AG de n-3. De acuerdo a la ubicación ecótica se observó una mayor presencia de EPA y DHA (mg/100g parte comestible) en las especies pelágicas (114.40, 420.70, respectivamente), que en las bentopelágicas (31.2, 125.3) y demersales (40.30, 225.40, respectivamente). Las especies grasas presentaron mayor contenido de EPA y DHA (mg/100g parte comestible) (109.27 y 552.70) que las semigrasas (56.12 y 226.29) y las magras (15.95 y 96.52). Los pescados óseos grasos y pelágicos presentaron un contenido mayor de EPA+DHA. De acuerdo a los valores recomendados internacionales (200 a 650 mg de EPA + DHA/día), el 44 por ciento de las especies analizadas se pueden considerar como alimentos funcionales, ya que las concentraciones de EPA + DHA se encntraron en un intervalo de 220 - 1300 mg/100g


Asunto(s)
Animales , Ácidos Grasos , Peces , Lípidos , México , Ciencias de la Nutrición
2.
Perinatol. reprod. hum ; 7(1): 2-7, ene.-mar. 1993. tab
Artículo en Español | LILACS | ID: lil-121337

RESUMEN

Diez mujeres mexicanas sanas (18-25 años), estudiantes de nutriología, registraron su ingestión de alimentos durante 2 ciclos mestruales consecutivos. Se midió la concentración de estradiol y progesterona de 16 muestras de sangre de cada voluntaria (8 por ciclo) y se dividió el ciclo en 5 fases. Se obtuvo el promedio de la ingestión de energía y sus fuentes por Kg de peso corporal para cada fase. El consumo de energía (31.5 ñ 1.4 y 31.6 * 1.6 kcal/kg) para ada ciclo fue significativamente menor (por < 0.05) en la fase ovulatoria comparado con las demás y coincidió con el pico mñaximo de estradiol observado (219.8 ñ 27.8 y 238.3 ñ 19.4 pg/ml en cada ciclo respectivamente); este resultado apoya la hipótesis derivada de modelos animales en que se plantea que losestrógenos son supresores del hambre, se concluye que las variaciones hormonales del ciclo menstrual influyen en la ingestión de alimentos.


Asunto(s)
Humanos , Femenino , Adolescente , Adulto , Ingestión de Energía/fisiología , Hormonas Esteroides Gonadales/metabolismo , Ciclo Menstrual/fisiología , Ovulación/fisiología , Estrógenos/metabolismo , Estrógenos , Hormonas Esteroides Gonadales , Ingestión de Alimentos/fisiología , Ciclo Menstrual/metabolismo , Progesterona/metabolismo , Progesterona/metabolismo
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