RESUMO
Los autores presentan cinco casos de Toxocariasis ocular, cuatro de elllos con test de ELISA positivos con títulos variables entre 1/8 y 1/32. Tres niñas y dos varones con edades extremas entre los 8 y los 59 años de edad. Ninguno de los casos presentó previamente manifestaciones imputables a alguna localización del Síndrome de Larva Migrans Visceral. Todos coincidentemente presentaron su localización en el ojo izquierdo; con una evolución entre pocos meses a diez años. Tanto el Caso N§1, como el N§3 y el N§5 presentaron la forma clínica N§3 de la clasificación adoptada por Wilkinson y Col. (23). El Caso N§2 de nuestro casuística correspondería a la forma clínica N§2 del autor citado anteriormente; aunque casuística correspondería a la forma clínica N§2 del autor citado anteriormente; y el Caso N§4 podría equipararse al descripto por Gass (11) en 1978 como un Síndrome de Neuroretinitis Unilateral Subaguda Difusa, y que en 1983 demostró que el síndrome era causado por la larva del toxocara en forma directa o por su acción tóxica. Todos recibieron medicación con Thiobendazole entre 25 a 50 mg/Kg/día, asociado a prednisolona entre 40 a 60 mg/día. Un solo caso mostró intolerancia a la primera droga lo que abligó a suspender la medicación. Solo los casos N§1 y N§4 demostraron una mejoría evidente de la agudeza visual, en el último de ellos se sumó además la desaparición total de la sintomatología. En ninguno de los casos apareció leucocitosis; ni eosinofilia significativa (salvo en el caso N§1). Un solo paciente residía en el medio rural (Caso N§1) y otro en zonas periféricas de la ciudad (Caso N§3). Ccontacto evidente y franco con cachorros lo presentaron los casos N§1, N§2 y N§3. Casos N§4 y N§5 contacto ocasional con perros. Casos N§1 y N§3 antecedentes de geofagia