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1.
Salud ment ; 38(3): 167-176, may.-jun. 2015. ilus
Artigo em Espanhol | LILACS-Express | LILACS | ID: lil-759191

RESUMO

Antecedentes: La exposición crónica al alcohol se asocia con procesos neurotóxicos y neurodegenerativos relacionados con disfunciones cognitivas y de memoria. El daño inducido por alcohol depende de los patrones de consumo de etanol. La exposición prolongada al alcohol induce daño en distintas regiones cerebrales (cortezas prefrontal, perirrinal, entorrinal y parahipocampal, tálamo, hipotálamo, hipocampo y cerebelo) en pacientes alcohólicos y modelos animales de alcoholismo. Sin embargo, no se han estudiado las regiones cerebrales asociadas con el circuito de reforzamiento y recompensa de drogas de abuso.Objetivo: Investigar si la exposición crónica al alcohol induce daño neurodegenerativo en el cerebro de la rata, en particular en el sistema mesocorticolímbico y la amígdala.Método: Ratas Wistar macho fueron expuestas a etanol (10% v/v) o agua por consumo oral durante 30 días y se les privó de la droga por 0, 24 y 48h. Los animales fueron sacrificados y se les extrajo la sangre troncal y el cerebro. Para evaluar el daño neurodegenerativo, se utilizó el marcador fluorescente Fluoro-Jade B. La concentración de alcohol en sangre se determinó por espectrofotometría.Resultados: Se observó un escaso número de células positivas a Fluoro-Jade en las cortezas piriforme y frontal de asociación, el caudado-putamen y el tálamo dorsal. No se encontraron diferencias entre el tratamiento crónico o la privación de alcohol versus el grupo control.Discusión y conclusión: La exposición crónica al alcohol no indujo neurodegeneración en las condiciones utilizadas en este estudio. Probablemente, las concentraciones de alcohol en sangre alcanzadas durante el tratamiento no fueron suficientes para inducir muerte celular.


Background: Chronic alcohol exposure is associated to neurotoxic and neurodegenerative mechanisms that lead to several cognitive and memory dysfunctions. Alcohol-induced damage depends on ethanol consumption patterns. Prolonged alcohol exposure induces damage in distinct brain regions (prefrontal, perirhinal, entorhinal and parahippocampal cortices, thalamus, hypothalamus, hippocampus and cerebellum) in both alcoholic patients and animal models of alcoholism. However, brain areas of the drug reinforcement and reward circuit have not been investigated.Objective: To investigate if chronic alcohol exposure induces neurodegenerative damage in the rat brain, particularly in the mesocorticolimbic system and the amygdala.Method: Male Wistar rats were exposed to ethanol (10% v/v) or water by oral consumption during 30 days. In another set of experiments, animals similarly treated with ethanol were withdrawn from the drug for 24 and 48 h. At the end of the treatments, animals were sacrificed, whole blood samples were obtained and the brains were removed. A fluorescence marker (Fluoro-Jade B) was used to assess neurodegenerative damage in the brain. Blood alcohol concentration was evaluated by spectrophotometry.Results: We observed a low number of Fluoro-Jade B positive cells in different brain regions, including the piriform cortex, frontal cortex of association, caudate-putamen and dorsal thalamus. No differences were found between chronic alcohol or ethanol withdrawn groups versus control animals.Discussion and conclusion: Our results suggest that chronic alcohol exposure does not induce neurodegeneration under the present experimental conditions. Alcohol blood concentrations attained during treatment may not be sufficient to induce cell death.

2.
Salud ment ; 36(3): 211-218, may.-jun. 2013. tab
Artigo em Espanhol | LILACS-Express | LILACS | ID: lil-689666

RESUMO

Biochemical and behavioral evidence indicates that the dopaminergic mesolimbic system plays a key role in the mechanisms of reinforcement and reward elicited by alcohol (ethanol) and other drugs of abuse. In addition, the dopaminergic activity of the nigrostriatal pathway has been proposed to determine brain sensitivity to ethanol, a process which could be associated to drug addiction. Besides dopamine, several neurotransmitters and neuromodulators are involved in ethanol reinforcement, including gamma aminobutyric acid (GABA), glutamate, serotonin, acetylcholine and opioid peptides (enkephalins, endorphins and dynorphins). Ethanol and opioids share several pharmacological properties and exhibit similar behavioral effects in animals and humans. These and other studies suggest that the alcohol reinforcing properties are due, at least in part, to the ethanol-induced activation of endogenous opioidergic systems. This activation could in turn increase the hedonic value and the reinforcing effects of the drug. Thus, ethanol-induced changes in opioidergic transmission could contribute to alcohol intoxication and to the neuroadaptive responses produced by the long-lasting exposure to the drug. Opioidergic transmission may be altered by ethanol at different levels, including biosynthesis, release and inactivation of opioid peptides, as well as binding of endogenous opioids to their receptors. Several studies suggest that mu and delta opioid receptors play a key role in ethanol reinforcement and dependence. Therefore, enkephalins and (β-endorphin could mediate ethanol actions in the brain and play a major role in high alcohol drinking behavior. During the last years, our research group has focused on the role of the endogenous opioid systems in these processes. Evidence obtained in our laboratory suggests that enkephalins and (β-endorphin differentially and selectively participate in ethanol reinforcement and dependence.


Evidencias bioquímicas y conductuales indican que el sistema dopaminérgico mesolímbico cumple un papel fundamental en los mecanismos de reforzamiento y recompensa del alcohol (etanol) y otras drogas de abuso. Se ha propuesto también que la actividad de la vía dopaminérgica nigroestriatal determina la sensibilidad cerebral a etanol, lo que parece estar directamente relacionado con los procesos de adicción a la droga. Además de la dopamina, varios neurotransmisores y neuromoduladores están implicados en los mecanismos de reforzamiento del etanol, entre ellos, el ácido gama-aminobutírico (GABA), el glutamato, la serotonina, la acetilcolina y los péptidos opioides (encefalinas, endorfinas y dinorfinas). El alcohol y los opioides comparten características farmacológicas y exhiben efectos similares sobre el comportamiento en animales y en el hombre. Éstos y otros estudios sugieren que las propiedades reforzadoras del etanol se deben, al menos parcialmente, a la activación de los sistemas endógenos de péptidos opioides, proceso que es inducido por el propio alcohol. Esta activación podría, a su vez, aumentar el valor hedónico y los efectos reforzadores de la droga. Los cambios inducidos por etanol sobre la transmisión de opioides podrían contribuir de manera importante a los procesos de intoxicación y a las respuestas neuronales adaptativas que produce el consumo prolongado de la droga. La transmisión opioidérgica puede ser afectada por etanol a distintos niveles, incluyendo la biosíntesis, liberación e inactivación de los opioides endógenos, así como la unión de éstos a sus receptores. Numerosas evidencias sugieren que los receptores opioides mu y delta desempeñan un papel fundamental en el reforzamiento y la dependencia al etanol. Así, las encefalinas y la (β-endorfina actuarían como mediadores fisiológicos de las acciones del etanol en el cerebro, desempeñando un papel crucial en las conductas de alto consumo de la droga. En los últimos años, nuestro grupo se ha centrado en investigar el papel de los sistemas endógenos de péptidos opioides en estos procesos. Las evidencias obtenidas en nuestro laboratorio sugieren que las encefalinas y la (β-endorfina participan en forma diferencial y selectiva en el reforzamiento y la dependencia al etanol.

4.
Salud ment ; 22(1): 46-51, ene.-feb. 1999. tab
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: lil-254576

RESUMO

El desarrollo de modelos animales y de técnicas especializadas para estudiar las funciones neuronales, así como los estudios sobre el comportamiento, la fisiología y los efectos neurológicos del uso del alcohol en humanos, han ampliado nuestro conocimiento sobre los procesos del abuso, la tolerancia y la dependencia física del alcohol. El alcohol, así como otras drogas de abuso, ejerce sus acciones a través del mecanismo de reforzamiento positivo y negativo, las cuales están relacionadas con una variedad de estados subjetivos, que van desde sensaciones placenteras hasta la euforia, o con efectos de relajación. Los mecanismos de reforzamiento positivo del alcohol han sido estudiados en varios modelos experimentales. El desarrollo de líneas de roedores seleccionada genéticamente para manifestar diferentes preferencias por la sustancia, ha sido de particular utilidad para identificar algunos de los sustratos neuronales y de los sistemas de neurotransmisores implicados. Las propiedades reforzadoras del alcohol pueden contribuir de manera importante en los procesos biológicos que llevan a un consumo inicial, la ingesta continua, al abuso de la sustancia y, en eventualmente, al desarrollo de una dependencia de la droga. Se ha sugerido que esto ocurre a través de la activación de circuitos neuronales específicos, conocidos como mecanismos cerebrales neuronales específicos, conocidos como mecanismos cerebrales de recompensa y reforzamiento positivo. El sistema dopaminérgico mesolímbico juega un papel crucial en estos mecanismos. Los efectos reforzadores del alcohol sobre esta vía neural han sido estudiados mediante el procedimiento experimental conocido como estimulación cerebral de recompensa (ECR). El alcohol aumenta la tasa de auto-estimulación del animal y disminuye el umbral de la corriente eléctrica, facilitando así la ejecución de la ECR. Por otra parte, las dosis bajas de alcohol aumentan la actividad motora espontánea, mientras que las dosis altas la reducen...


Assuntos
Animais , Ratos , Comportamento Animal/efeitos dos fármacos , Causalidade , Transtornos Relacionados ao Uso de Substâncias/etiologia , Transtornos Relacionados ao Uso de Substâncias/psicologia , Modelos Animais de Doenças , Alcoolismo/genética , Cérebro/efeitos dos fármacos , Consumo de Bebidas Alcoólicas/efeitos adversos
5.
Salud ment ; 22(1): 52-9, ene.-feb. 1999. ilus
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: lil-254577

RESUMO

Numerosas evidencias sugieren la existencia de un componente biológico en los mecanismos cerebrales de reforzamiento del alcohol. Las investigaciones en neurociencias se han centrado en el estudio de los sustratos neurales y los sistemas de neurotransmisores implicados en estos mecanismos. Varios estudios muestran que los sistemas dopaminérgico, serotoninérgico y de péptidos opioides en el cerebro juegan un papel clave en estos procesos. El alcohol aumenta la transmisión dopaminérgica y serotoninérgica en regiones cerebrales asociadas a las vía de recompensa. La administración de agonistas dopaminérgicos y serotoninérgicos reduce la ingesta de alcohol, mientras que la de antagonistas dopaminérgicos la aumenta. Algunos estudios sugieren que los receptores D2, 5HT1A y 5-HT3 participan en estas respuestas. El alcohol y los péptidos opioides comparten muchas características farmacológicas y exhiben efectos similares sobre el comportamiento en animales y en el hombre. Se ha postulado al sistema opioide como posible mediador de los efectos reforzadores positivos del alcohol. El consumo de la sustancia es alterado por la administración de péptidos opiodes exógenos, y el alcohol, a su vez, afecta la actividad del sistema opioide. El etanol modifica la síntesis y la liberación de algunos péptidos opioides, así como la actividad de los receptores opiáceos muy delta. Por otro lado, la administración de antagonistas selectivos de los receptores muy delta reduce la preferencia por alcohol y la ingesta de la sustancia en animales. Los antagonistas opiáceos como la naltrexona, reducen las propiedades reforzadoras del alcohol en bebedores sociales y disminuyen la ingesta excesiva de la sustancia. En consecuencia, es posible que la preferencia por alcohol esté asociada con una activación aumentada del sistema opioide. El desarrollo de agentes farmacológicos capaces de modificar la transmisión de los péptidos opioides, así como la de otros neurotransmisores en el cerebro, tiene un uso terapeútico potencial para el tratamiento del alcoholismo en humanos


Assuntos
Animais , Ratos , Peptídeos Opioides/biossíntese , Peptídeos Opioides/efeitos dos fármacos , Neurotransmissores , Transtornos Relacionados ao Uso de Substâncias/metabolismo , Cérebro/efeitos dos fármacos , Consumo de Bebidas Alcoólicas/efeitos adversos , Consumo de Bebidas Alcoólicas/metabolismo , Estimulação Química , Neuroquímica , Dopamina , Serotonina
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