ABSTRACT
El presente estudio tiene por objeto determinar los efectos que sobre la madre y el producto ejerce el embarazo en las adolescentes y añosas. Para ello se revisó los archivos del Departamento de Ginecobstetricia del Hospital San Bartolomé desde el 1 de enero de 1968 al 31 de diciembre de 1980. Se encontró que durante este período hubo un total de 56,555 partos, de 1 los cuales 2,172 (3.8 por ciento) correspondieron a primerizas menores de 18 años y 106 (0.19 por ciento) a primerizas de 35 años o más. De esta población se estudió el total de añosas y 334 adolescentes, además de 300 casos de primerizas entre 20 y 30 años que sirvieron como grupo control. En ambos grupos estudiados se encontró un alto índice de patología intercurrente, dentro de la cual destaca la anemia. Además, fue alta la frecuencia de toxemia, sobre todo en añosas; en cambio, en las adolescentes se encontró los dos únicos casos de eclampsia. No hubo diferencia en cuanto a las cifras de parto prematuro y niños de bajo peso al nacer. En ambos grupos estudiados fue alta la cifra de distocias, siendo mayor en las añosas. La intervención cesárea fue notoriamente más frecuente en las añosas. Las complicaciones postparto fueron también mayores en ambos grupos estudiados. No hubo muerte materna. La mortalidad perinatal fue prácticamente igual en los tres grupos. Se destaca las repercusiones del embarazo y el parto sobre los aspectos biológicos de la adolescente, así como sus consecuencias a largo plazo para ella y su producto.
Subject(s)
Female , Adolescent , Adult , Middle Aged , Humans , Pregnancy , Pregnancy in Adolescence , Maternal Age , Risk FactorsABSTRACT
Se estudia prospectivamente 100 casos de mujeres con incontinencia urinaria que acudieron a los consultorios externos de Ginecología del Hospital Materno Infantil San Bartolomé entre el 2 de enero de 1981 y el 15 de diciembre de 1981. Simultáneamente se tornaron 100 casos control que no presentaron incontinencia urinaria. Todos fueron sometidos, según protocolo preestablecido, a anamnesis, examen clínico, cultivo de orina, investigación de la sensibilidad perineal y del bulbocavernoso, evaluación del perfil vaginal, medición del residuo y de la capacidad vesical. Se utiliza una técnica sencilla de Cistometría Retrógrada con Agua y se mida la respuesta de la presión vesical a la tos, se mide la longitud de la uretra y finalmente se efectúa el test de Bonney. Es interesante que este protocolo de estudio nos permite separar perfectamente tres grupos de pacientes con incontinencia urinaria: aquellas con vejiga hipotónica, aquellas con vejiga irritable o hipertónica y aquellas con incontinencia urinaria de stress. Se propone como rutina del estudio de pacientes con incontinencia urinaria, la utilización de la técnica de la cistometría retrógrada con agua, en espera de que en un futuro cercano se pueda contar con técnicas más finas.
